Campo de Gibraltar

El subdelegado del Gobierno aclara al alcalde de San Roque sus responsabilidades en la costa

Recuerda que Ruiz Boix solicitó voluntariamente hace más de cuatro años la concesión para actuar en el frente litoral. El subdelegado, jvier de Torre, le pide que abandone la confrontación y deje de confundir a la ciudadanía

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El subdelegado del Gobierno en Cádiz, Javier de Torre, ha contestado en rueda de prensa a las declaraciones del alcalde de San Roque en referencia a dos asuntos concretos, la regeneración de playas y la desembocadura del río Guadiaro. Con relación al primero de ellos, el alcalde había expresado su malestar por el hecho de que, según él, San Roque es un municipio discriminado ya que la Demarcación de Costas no procedía a la regeneración de sus playas al igual que hace en otros lugares.

De Torre le ha recordado que el 3 de mayo de 2011, el Ayuntamiento de San Roque solicitó a la Junta de Andalucía, a quien corresponde la gestión de las concesiones administrativas en espacios de dominio público marítimo terrestre (DPMT) en virtud de la trasferencia de ese año a la Comunidad Autónoma, la concesión para poder proteger el frente litoral de la zona de playa anexa a la desembocadura del río Guadiaro. Así, se iban a establecer dos espigones para ampliar la anchura de la playa y asimismo proteger las viviendas colindantes.

El 5 de mayo de 2014, la Consejería de Medio Ambiente de la comunidad autónoma notifica al Ayuntamiento la resolución por la cual se otorga la concesión para la ocupación del DPMT para la construcción de los espigones de la playa. Por tanto, el “la Dirección General de Costas del MAGRAMA autoriza, a través de un preceptivo informe que tiene que dar, esa concesión. Así que el responsable de esa construcción de espigones y de la regeneración de la playa es el Ayuntamiento de San Roque, que es quien lo había pedido así”, aclara el subdelegado.

“Nadie le dijo que tenía que hacerlo, sino que lo solicitó el 3 de mayo de 2011 y se le otorgó el 5 de mayo de 2014. La misma resolución establece como una de las obras complementarias el aporte de arena por el concesionario, el Ayuntamiento, que debe hacerse en un proyecto diferenciado para ver si es necesario el trámite ambiental”.

El aporte de arena debe solicitarlo, porque está en la concesión, el mismo Ayuntamiento de San Roque. En esa concesión se dice que debe hacerlo progresivamente en el tiempo porque la situación concreta de los espigones en el Estrecho de Gibraltar y sometido a la influencia de un río hace que deba producirse una aportación de arena progresiva. Así, se estimó por el Ayuntamiento inicialmente que hay que hacer una primera aportación en torno a 10.000 metros cúbicos y posteriormente, en función del comportamiento que tenga esa arena, se van haciendo los aportes posteriores en los lados norte de los dos espigones.

Posteriormente, en otra estimación, el Ayuntamiento entiende que son sobre 100.000 m3 los necesarios para completar la totalidad del proyecto de regeneración de la playa.

Uno de esos espigones ya está construido. El otro, indica De Torre, está en “proceso de ejecución, por parte, por cierto, de los propietarios de Sotogrande. Ni siquiera el Ayuntamiento que pidió la concesión lo ejecuta”.

Continúa el subdelegado diciendo que “está claro que ese aporte que está pidiendo a Costas debe de hacerlo quien lo solicitó. Si yo pido una concesión administrativa para hacer algo tengo que hacerlo, no pedirle a otro, en este caso a Costas, que lo haga. Tiene la concesión notificada desde mayo de 2014, usted sabe que sus compromisos como concesionario es construir los espigones y aportar la arena. Si no quiere esa concesión, renuncie a ella, porque la ha pedido voluntariamente, nadie le ha obligado a ello. Pedir algo para luego no llevarlo a cabo denota muy claramente que no sabe lo que quiere hacer, porque sin duda alguna si lo pide es porque quiere hacerlo en los términos que establece esa concesión”.

Por lo tanto, “volvemos nuevamente a la ceremonia de la confrontación y el enfrentamiento del señor Ruiz Boix. El alcalde debe tomarse mucho más en serio sus propios actos”.

En segundo lugar, en referencia a la desembocadura del río Guadiaro, De Torre aclara que la gestión de la calidad ambiental de los estuarios y ríos “es competencia de la comunidad autónoma, que es quien debe establecer las medidas de calidad ambiental que eviten los riesgos que puede haber, en este caso la muerte de peces. La competencia de la Demarcación de Costas, y esto lo debe saber el alcalde, es la regeneración de las playas, que debe hacerse tomando la arena del origen o de las proximidades, aportándola a esos lugares donde la marea y el viento dejan a la playa sin arena. La función de Costas no es abrir río sino regenerar playas, y mantener la calidad ambiental de las aguas de ese río corresponde a la comunidad autónoma”.

“También debería saber el alcalde que la lengua de arena sobre la que ha actuado es una zona catalogada como LIC y por lo tanto protegida. Si quiere actuar sobre ella la autorización debe venir de la comunidad autónoma que es quien declaró la zona como LIC. Así que el alcalde vuelve nuevamente a crear confusión diciendo que el Estado también tiene que cuidar de la calidad ambiental de los ríos y que además tiene que retirar arena de un lugar protegido. Costas ni puede ni debe hacer eso, porque no es su competencia y además debería tener una autorización de la comunidad autónoma”.

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