Jerez

El día de Todos los Santos

Las calabazas conviven con las castañas y las nueces y los disfraces de brujas con los de santos que se propugan en distintas diócesis

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Cuando se quiere polémica se busca. Y eso es lo que ha venido ocurriendo desde hace ya muchos años con la fiesta de Halloween y su controversia con la tradicional festividad de Todos los Santos. Parecía que la una no casaba con la otra, que la otra venía de donde venía, decían que de tierras americanas, aunque tiene origen celta y procede de Irlanda, aunque obviamente la difusión por las antenas de la celebración estadounidenses es la que ha extrapolado la noche de las brujas a este país que aún se sigue llamando España. Habrá que aceptar las cosas como vienen. No queda otra y más cuando uno lee que lo que hoy conocemos como la Noche de Brujas o Halloween se celebraba hacen más de 3.000 años por los Celtas, un pueblo guerrero que habitaba zonas de Irlanda, Inglaterra, Escocia y Francia. Precisamente el 31 de octubre, los Celtas celebraban el fin de año con el Samhain, una fiesta pagana. Con la inmigración europea a los Estados Unidos, principalmente la de los irlandeses católicos en 1846, llegó la tradición de Halloween al continente americano. Cuando se habla de Halloween o Día de las Brujas se piensa en disfraces, maquillaje, fiesta, dulces y niños; pero la tradición indica que su celebración no siempre fue festiva y alegre, y que los ritos que se practicaban durante la noche tenían un carácter purificador y religioso.  Ahora las calabazas pintadas conviven con las castañas y las nueces, los disfraces de brujas enseñorean las noches españolas, mientras que en muchas diócesis católicas se hace una celebración paralela donde se pide que los niños se vistan de santos. Lo cierto y verdad es que, al fin y a la postre, hablamos de fiestas, de diversión y hay que convivir con ello, porque se dice, se comenta, que en España se celebraba hace muchos años, pero la dictadura franquista hizo que desapareciese, como desapareció el carnaval, en aras de que las fiestas únicamente fueran las religiosas de la Iglesia Católica. Ahora, incluso, en colegios religiosos la festividad de halloween tiene  cabida. Todo es plausible, siempre y cuando se respeten todos los credos, todas las opiniones y seamos capaces de vivir con lo nuestro y con lo que nos exportan.    

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