Un atentado, un sabotaje, en toda regla. No se sabe a manos de quién, aunque es posible imaginárselo. Hablamos de lo ocurrido el pasado sábado en Conil, concretamente en la estación del Sistema Integrado de Vigilancia Exterior (SIVE) ubicado en esta localidad del litoral de la comarca de La Janda.
Todo ocurrió,según fuentes cercanas a los hechos, en la noche del pasado sábado, a las 23.00 horas, cuando un vehículo, un todoterreno, se empotraba repleto de bidones de gasolina contra la citada estación del Sistema Integrado de Vigilancia Exterior (SIVE) de Conil, dejándola prácticamente inutilizable y causando daños cuya cuantía, enorme, aún está por confirmarse de forma oficial
Según fuentes de total confianza, esta agresión, o atentado, o ataque, o sabotaje, seguramente tenga como autores a mafias de narcotraficantes, aunque no se descarta que detrás del mismo hay otros motivos, aunque la hipótesis que tiene más fuerza es sin duda la de los narcotraficantes ya que el SIVE tiene como principal misión alertar ante la llegada de lanchas y embarcaciones dedicadas al tráfico de hachís en el Estrecho y también de seres humanos con la inmigración ilegal.
La alarma desatada es total, de ahí que no se entienda el silencio que hay alrededor del caso, sin que la Guardia Civil haya hecho público lo sucedido el pasado sábado en Conil.
El vehículo, según las citadas fuentes, se empotraba de culo contra la estación del SIVE en Conil para facilitar la huida del conductor antes de que deflagrase toda la gasolina que iba en su interior con el objetivo a su vez de causar el mayor daño posible e inutilizar, como casi así fue, todo el sistema.
Cabe recordar que no es la primera vez que se sabotea y atenta contra una estación del SIVE en la provincia de Cádiz. Ya en el 2011, presuntos narcotraficantes intentaron incendiar las cámaras que el Servicio Integral de Vigilancia Exterior de la Guardia Civil tiene en La Línea y San Roque, en la Sierra Carbonero. Cuatro personas acabaron en prisión por ese sabotaje.
Y es que, al igual que en esta ocasión, la ausencia de vigilancia facilita estos atentados que causan cuantiosos daños materiales, cuyo objetivo principal es dañar los radares y antenas que recogen las señales e imágenes necesarias para la vigilancia de las costas. Lo extraño, es que dado el nivel 4 de alerta antiterrorista, estas estaciones sensoras de vigilancia estén, valga la redundancia, sin vigilar.
En estos momentos se ha iniciado una investigación para dar con el o los autores de este nuevo sabotaje de una estación del SIVE, en esta ocasión en Conil.
Hay que reseñar que el SIVE dispone de estas estaciones sensoras que detectan las embarcaciones a larga distancia. Estas estaciones constan de un sensor radar que detecta las embarcaciones a 10 kilómetros de distancia y transmite la señal a varios monitores de televisión; una cámara de vídeo de gran alcance diurno, con imagen de detalle e intensificadores de luz que permiten tomar imágenes en baja luminosidad; y una cámara de infrarrojos que permite la visión nocturna y diurna, con imagen de alto contraste y una alta inmunidad frente a condiciones meteorológicas adversas.
Cabe recordar que el SIVE cuenta ocho estaciones sensoras fijas a lo largo de su litoral: cinco son controladas desde la Comandancia de Algeciras y otras tres desde el cuartel de la capital.
