Cádiz

El pueblo de Vejer muestra su pesar por la muerte de Paco Algora, distinguido en 2015 como Vejeriego de Adopción

Ha recordado que el Ayuntamiento distinguía el pasado año como Vejeriego de Adopción a Algora, quien lo recibió "agradecido y emocionado" y afirmando: "Yo gano más que vosotros porque me llevo el cariño de todos, y vosotros solo el mío"

El alcalde de Vejer de la Frontera (Cádiz), José Ortiz, ha transmitido este miércoles el pesar de "todo el pueblo de Vejer" por el fallecimiento del actor Paco Algora, afincado desde hace años en la localidad y distinguido en 2015 como Vejeriego de Adopción.

Según ha indicado el Ayuntamiento en una nota, el alcalde se ha puesto en contacto con los familiares del actor para trasladarle el pésame en nombre de todo el pueblo.

 Ha recordado que el Ayuntamiento distinguía el pasado año como Vejeriego de Adopción a Algora, quien lo recibió "agradecido y emocionado" y afirmando: "Yo gano más que vosotros porque me llevo el cariño de todos, y vosotros solo el mío".

El actor madrileño Francisco Javier Jiménez Algora ha fallecido en la madrugada de este miércoles en el hospital de Puerto Real (Cádiz) a los 67 años de edad a causa de un cáncer de pulmón contra el que llevaba más de un año luchando, según informa la sociedad de gestión de derechos de autor AISGE en su página web.

Paco Algora (Madrid, 1948) participó en alrededor de 60 largometrajes a las órdenes de directores como Manuel Gutiérrez Aragón, José Luis Garci, Juan Antonio Bardem o Pedro Olea.

Entre sus actuaciones destacan su papel secundario en 'Barrio', de Fernando León de Aranoa, con el que aspiró a un premio Goya, así como 'El abuelo', 'You're the one', 'Historia de un beso', 'Tiovivo C. 1950', 'Luz de domingo' y 'Sangre de mayo', de Garci.

 Aisimismo, en su filmografía se encuentran títulos como 'Habla, mudita', de Gutiérrez Aragón; 'Bruja, más que bruja', de Fernando Fernán Gómez; o 'Tiempo de silencio', de Vicente Aranda.

Algora fue condecorado en 2013 con el Premio Actúa, la máxima distinción honorífica de AISGE, un trofeo que, en sus palabras, supuso un "estímulo para no tirar la toalla".

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