La actividad conservera de Tarifa ha experimentado un desarrollado muy significativo en la última década, que se fundamenta sobre todo en su manera de abrirse al mercado actual, creando vías de acceso alternativas. La adaptación ha sido paulatina, utilizando no sólo plataformas online, sino también las exportaciones internacionales y potenciando, mediante la publicidad, sus valores originales. No en vano, el tratamiento artesanal de la mercancía (pescado de temporada) ha permanecido inalterable, invariable a lo largo del tiempo.
En cada jornada de producción se descabezan 12.000 kilos de pescado. Ello describe la actividad constante de las conserveras tarifeñas que han conseguido abrirse al mercado exterior en los últimos años.
Entre las partidas preparadas para su exportación se apartan bloques con destino a Francia y a Estados Unidos por ejemplo. Los productores no descartan abrirse camino entre consumidores “kosher” basándose también en el atractivo de esta materia prima con calidad de origen y tratamiento.
La producción de pescado de Tarifa está regida por una estricta normativa que salvaguarda las pautas artesanales y sanitarias. Cuentan con un Indicador Geográfico Protegido, un distintivo de calidad que habla de una tradición en el tratamiento propio y original de la materia prima.
El gobierno de Tarifa conoce este potencial y ha mostrado interés por este tipo de producción que está ligada a la imagen de la ciudad y es un reclamo cultural-gastronómico. Por ello, el alcalde Francisco Ruiz Giráldez, participó en una visita a la fábrica local guiado por el gerente de la empresa, José Luis Muñiz, y el empresario Juan Pérez.
Al margen está la adecuación progresiva a criterios actuales de perfil energético. En el último año Conservera de Tarifa ha instalado una caldera de biomasa, alimentada con hueso de aceituna, y en sustitución de la tradicional de gasoil. El equipo tiene una potencia de 2.000 Kw para la generación de 2.500 kg/h de vapor. En total, la compañía ha destinado al proyecto un total de 120.000 euros, incluyendo en este presupuesto no sólo la compra del equipo, también la adecuación de instalaciones con la ubicación de nueva caldera y creación del silo para el almacenamiento de la biomasa. En este sentido también quiso pronunciarse el alcalde tarifeño quien destacó que “con esta inversión, la producción tarifeño se sitúa a la vanguardia industrial con apuestas claras por el rendimiento dentro de criterios medioambientales y desarrollo sostenible”, expresó.