El Puerto

Los Cerillitos

¿No me dirán que el nombre con que es conocida popularmente la Hemandad de la Misericordia de nuestra ciudad no es original?

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¿No me dirán que el nombre con que es conocida popularmente la Hemandad de la Misericordia de nuestra ciudad no es original?

Buscando, buscando en los apodos de hermandades de nuestro país no encuentro ninguno parecido. Hay cofradías de los blancos, de los moraos, rojos, Negritos y un larguísimo etcétera, pero Cerillitos ninguna.

Muchos jóvenes no sabrán de donde proviene este singular apodo. Y es que hoy en día prácticamente nadie emplea las cerillas (cerillitos) tan usadas hasta que el encendedor o mechero ocupó su lugar.

Antes en las cocinas una caja de cerillas era vital, pero las cocinas con vitrocerámica las han relegado como tras tantas cosas, por ejemplo los sellos de correos.

La Misericordia es conocida así por el color de sus capas que era parecido en color a la cabeza de una humilde cerilla.

Esta corporación del Martes Santo es relativamente joven ya que fue fundada poco antes de la Guerra civil de 1936.

Fueron jóvenes de la Hermandad del Nazareno los que deciden crearla.

Durante varios años fue una talla del Castillo de San Marcos propiedad de la condesa de Gavia la que desfiló por nuestras calles.

Se aprovechó la circunstancia de que el crucificado se trasladó a la Prioral por obras en el castillo. Pero en 1947 la talla es devuelta a dicha condesa.

Es por lo que siendo Hermano Mayor D. Juan Bottaro se le encarga un nuevo crucificado a D. José Ovando y es en 1951 cuando se bendice la talla que es actual titular de la Corporación.

El Cristo de la Misericordia representa a Cristo muerto con la cabeza ladeada hacia la derecha. En este Cristo están presentes la mayoría de las características del “Neobarroco andaluz”.

El sudario sigue fielmente el modelo fijado por Martínez Montañés. Decir que hace unos años fue restaurado por el restaurador D. Enrique Ortega.

Ni que decir tiene que este Crucificado cada Martes Santo sorprende por su semblante de muerte magníficamente expresado por Ovando.

El paso que comenzó el maestro Guzmán Bejarano está prácticamente acabado y es una de las grandes joyas de la Semana Santa de nuestra ciudad.

Seguiremos la semana que viene hablando de esta hermandad que después de épocas de aletargamiento parece está emergiendo con fuerzas gracias a un sector joven que viene luchando día a día por su Hermandad.

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