Gadisushi toma el mando en la LFV

Continúa en marcha la Séptima Liga de Veteranos de Cádiz, una competición más que consolidada en la ciudad y que cada vez cuenta con más aficionados. Mención aparte merece la creciente calidad de los equipos, que ofrecen espectáculo cada fin de semana.

La disputa de la segunda jornada ha vuelto a dejar bien claro que este año la igualdad máxima será la nota predominante de la competición. Y esto es porque cualquier rival es capaz de meter en un lío al más pintado y esta jornada da fe de ello.

La jornada la abrían el Auraser24 y el Centro Óptico Alcántara, que se repartieron los puntos en un partido con un tiempo para cada equipo y justo resultado final (1-1).

Tras ello, se disputó el duelo entre el Pinturas Lanceta UD Gaditana y el Mundoventana Panamá, con resultado final de empate (2-2). Los panameños, que no acaban de arrancar esta temporada, volvieron a pagar demasiado cara su falta de puntería en un encuentro en el que tuvieron el dominio y las ocasiones ante una Gaditana que supo administrar su ventaja y defenderse con sus armas para rascar un empate.

El primer día de partidos de la jornada lo cerraron el Peluquería Barroso y el Construcciones Barma con victoria para los visitantes (6-1) en un partido de dominio absoluto de los constructores ante unos peluqueros con muchas bajas, algo que condición demasiado su juego.

Para el segundo día de partidos quedaba la disputa entre el nuevo líder, el Gadisushi Aktiva Fisioterapia, y el Tránsitos Fergue Río Pas con victoria para los primeros por 4-0. Los locales no dieron opción a un Río Pas que solo aguantó la primera mitad y sucumbió después ante el poderío físico de su rival.

Esta semana la LFV descansa para dar paso a una de sus más esperada actividades: las Jornadas contra el Racismo y la Discriminación, en las que un año más y van cinco los veteranos se unen junto al Colectivo Cepa para luchar y decir no al Racismo y la discriminación a través del fútbol y una convivencia con asociaciones hermanas. Sin duda, se trata de la mejor prueba de que la LFV no es solo una competición deportiva, sino mucho más.