Arcos

El IES Guadalpeña se vuelca con su Semana de la Música

Profesores y alumnos comparten escenario con decenas de coreografías y sonidos en directo que retratan el trabajo aprendido el clase y la pasión por la música

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  • Semana de la Música en el IES Guadalpeña. -

Dicen, pensamos que despectivamente, que la música amansa las fieras, pero es más cierto aún que la música humaniza y nos hace ser, si cabe, mejores personas. Los sentimientos que transmite así lo certifica.

El IES Guadalpeña de Arcos celebra la Semana de la Música, que cumple ya su octava edición. Para ello, alumnos y profesores han preparado decenas de coreografías y actuaciones musicales de todos los estilos con el ánimo de poner en valor lo aprendido en clase, pero también al objeto de mostrar sobre el escenario el duende que más de un alumno lleva dentro.

Tal es el esfuerzo, que muchos llevan desde octubre pasado ensayando, aprovechando hasta el último minuto del ansiado recreo para mejorar, si cabe, su actuación ante su público, porque esta Semana  de la Música es como lo de “Juan Palomo; yo me lo guiso, yo me lo como”; una semana para disfrutar entre alumnos y profesores, entre amigos y compañeros en suma.


Los alumnos que han actuado han estado acompañados en algún caso sobre el escenario por sus profesores David Díaz, Ascensión Marcelino y Pablo Valdivia, además de Juan López. También, la puesta en escena de esta Semana de la Música ha ganado enteros porque la organización dispone de nuevos medios para su celebración, entre ellos nuevos focos y lámparas led, aunque el sonido ciertamente aún debe mejorar.

Pero el profesorado valora sobre todo la actitud y las ganas de aprender del alumnado. En lo que le concierne,  hace un gran esfuerzo porque saca tiempo de donde no lo hay para preparar la mejor actuación. La idea de esta semana, es además, fomentar la música en sí, desde la clásica hasta el rock pasando por el heavy metal, el flamenco y otros estilos.

Los alumnos, desde luego, están la mar de encantados con estas actividades, entre otros motivos porque suponen una novedad y una distracción entre clase y clase. Pero, de paso, también aprenden compostura que se decía antes, o saber estar. Y es que un compañero o un profesor siempre se merecerá todo el respeto del mundo cuando están en un escenario dando lo mejor de sí mismos.

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