La Policía ha desarticulado una banda de narcotraficantes que tenía pisos de seguridad en Madrid capital y en Getafe en los que manipulaban la droga para luego transportarla en coches, en una operación en la que han sido arrestadas once personas y se han intervenido nueve kilos de cocaína.
Según ha informado la Jefatura Superior de Policía, el grupo desarticulado operaba en España y también a nivel europeo y contaba con pisos de seguridad en los que manipulaban la droga que transportaban oculta en vehículos provistos de "caletas" o compartimentos ocultos.
Estos habitáculos eran preparados por ellos mismos en el garaje de una de las cinco viviendas que han sido registradas en Madrid en el transcurso de la operación, en la que se han intervenido nueve kilos de cocaína, nueve vehículos, cerca de 8.000 euros en efectivo y utensilios y sustancias para cortar la droga.
También se ha decomisado un depósito de gasolina manipulado para transportar el estupefaciente y provisto de un sistema magnético para su apertura.
La investigación comenzó a principios de año, cuando los agentes supieron que la banda disponía de una completa infraestructura en la localidad madrileña de Getafe y en la capital.
El transporte de la cocaína se realizaba en habitáculos ocultos en vehículos en los que viajaban acompañados de otros miembros de la familia para no despertar sospechas en caso de ser interceptados por la Policía.
Poco después del inicio de las pesquisas varios miembros de la organización iban a realizar una entrega en Albacete, y el dispositivo desplegado por los investigadores en torno al comprador culminó con el arresto de una persona y la incautación de cerca de medio kilo de cocaína en el registro de su vivienda en esta localidad manchega.
A pesar de esta actuación el grupo de narcotraficantes continuó con su negocio y los investigadores averiguaron que habían planificado otra nueva entrega en Almería.
El vehículo fue intervenido a su llegada a la capital andaluza y sometido a una exhaustiva inspección ante el convencimiento de que llevaba droga camuflada en su interior, a pesar de no haber encontrado nada en un primer control.
Los agentes finalmente encontraron los 1,7 kilos de cocaína que transportaban y detuvieron al conductor y a su acompañante.
La titular del coche, que hacía las veces de testaferro dentro de la organización, fue posteriormente localizada y detenida.
Estas detenciones obligaron a los miembros de la organización a adoptar más medidas de seguridad para no ser localizados.
Aún así se logró abortar otra entrega en Murcia en la que pretendían vender más de un kilo del mismo estupefaciente.
Según supo la Policía, los ahora detenidos iban a viajar a Italia a bordo de un ferry para entregar más de dos kilos de cocaína a una organización afincada allí.
El principal responsable de la organización, junto con su pareja y su hijo menor de edad, se desplazaron desde Madrid a Barcelona con la intención de embarcar en el barco.
Antes de subir al buque fueron interceptados y el vehículo sometido a una minuciosa inspección en la que se incautaron 2,3 kilos de cocaína dentro del depósito de agua del limpiaparabrisas.
Esta actuación propició el inicio del operativo para detener al resto de miembros de la organización, que incluyó cinco registros en Getafe y Madrid.
