La huella del impacto fue descubierta por un astrónomo aficionado y fue confirmada por el telescopio infrarrojo de la agencia espacial estadounidense que se encuentra en el monte Mauna Kea (Hawai), dijo JPL en un comunicado.
El descubrimiento fue hecho ayer justo en el día en que se cumplían 15 años de los impactos del cometa Shoemaker-Levy 9 sobre Júpiter y se celebraba el 40 aniversario de la llegada del primer hombre a la Luna.
La oscura cicatriz del impacto es claramente visible y las imágenes revelan el ascenso de partículas hacia la atmósfera superior así como un calentamiento en la troposfera superior con una posible emisión de gases de amonio, añadió.
“Tuvimos la extraordinaria suerte de mirar a Júpiter en el momento preciso, la hora precisa para presenciar el evento. No pudimos haberlo planificado mejor”, dijo Glenn Orton, científico de JPL.
“Podría ser el impacto de un cometa, pero todavía no estamos seguros”, señaló el científico.
“Es asombroso que (el descubrimiento) haya ocurrido en los aniversarios de Shoemaker-Levy y Apolo 11”, agregó Orton.
El Shoemaker-Levy 9 fue un cometa que se desintegró en millones de pedazos antes de impactar en Júpiter en el año 1994.