El frente borrascoso que ha dejado las primeras nieves del otoño en la estación de esquí de Sierra Nevada se ha desplazado hacia el norte de Argelia, después de que durante la tarde del miércoles y la madrugada de este jueves hayan proseguido en Granada las precipitaciones intermitentes que, por el momento, han cesado.
En altitudes superiores a los 2.500 metros, estas primeras precipitaciones han dejado un manto de nieve de entre cinco y diez centímetros de espesor dependiendo de la zona, según han informado a Europa Press fuentes de Cetursa, la empresa pública que gestiona la estación invernal andaluza.
El pronóstico apunta a que los cielos irán despejándose progresivamente este jueves tras un "cambio sustancial del paisaje" y una "mejora de las condiciones de la montaña", teniendo en cuenta que también las lluvias son positivas en las semanas previas a la apertura de la temporada, en tanto en cuanto permiten "enfriar" el terreno tras un largo periodo con temperaturas estivales, de tal modo que las próximas nieves tengan más posibilidad de cuajar.
Los primeros copos se registraron a partir de las 9,00 horas de este pasado miércoles, y han vestido de blanco la estación desde los 2.500 metros. Se registraron precipitaciones de más de 20 litros por metro cuadrado hasta el mediodía y las temperaturas rozaron los 0 grados centígrados en la zona de Borreguiles, a unos 2.700 metros y los dos grados bajo cero en el Veleta.
Este pasado lunes el consejero de Turismo y Deporte, Francisco Javier Fernández, presentó en Granada la nueva imagen del recinto invernal, que pretende inaugurar la temporada de invierno el próximo 25 de noviembre.
En la pasada temporada la estación tuvo la media de superficie esquiable más alta de su historia --80 kilómetros-- y recibió más de 1,1 millones de usuarios.
