Ya está en casa. Era lo que más de un vecino pronunciaba en la calle Pureza cuando a las diez de la mañana la Capilla de los Marineros abría sus puertas. Allí se encontraba la imagen del Santísimo Cristo de las Tres Caídas de una Hermandad, la Esperanza de Triana, que ha echado mucho de menos al que dicen es el vecino más antiguo del barrio.
Seis meses ha estado la obra atribuida a Marcos Cabrera lejos de la devoción popular, razón por la cual durante la mañana de este viernes han sido cientos los vecinos y fieles que han querido ver de cerca el restaurado rostro de su Cristo devocional tras la sensacional intervención del restaurador Pedro Manzano. Justo a los pies de la Esperanza de Triana y delante del presbiterio de la capilla, ahí se encuentra la talla, donde estará expuesta hasta el próximo domingo cuando, una vez cerrado el templo, regrese a su altar. En horario ininterrumpido hoy vierner y mañana sábado, de 10.00 a 21.00 horas, y el domingo de 10.00 a 14.00 horas, podrá todo aquel que lo desee reencontrarse con una imagen que ha recuperado la esencia de los años 80.
Todo ello gracias a la intervención realizada durante seis meses y cuatro días, en la que se ha eliminado en el ennegrecimiento paulatino que venía mostrando año a año. Para ello, Manzano le ha suprimido las primeras capas de policromía para así retrotraer en el tiempo el sello que poseís hace ahora 30 años.
Reseñar que este viernes, a parti de las 20.30 horas, se celebrará una Eucaristía de Acción de Gracias por la vuelta a casa de un Cristo rejuvenecido.
