La Hermandad Sacramental de Jesús Salvador en su Santa Cena y María Santísima de la Caridad y la Consolación ha celebrado una procesión de penitencia histórica, desde su sede canónica, la parroquia de San Juan Pablo II, que se llenó de jienenses en una tarde de Domingo de Ramos complicada por las condiciones meteorológicas.
El exterior del templo estaba lleno de jienenses y en el interior, los hermanos de luz, los costaleros y las mantillas no supieron que finalmente realizarían una de las procesiones más esperadas de la historia de la Hermandad hasta las 17:15 horas, una hora y cuarto después de lo previsto.
Este año, cuando se cumple el 20º aniversario fundacional, la Santa Cena se arriesgó y celebró una procesión única, llena de sentimientos e inolvidable. Y así se palpó desde que el Hermano Mayor, José Paulano, junto a su Junta de Gobierno, anunció desde el Altar Mayor que la Hermandad saldría para hacer Eucaristía por las calles de Jaén. En ese momento, un aplauso llenó de emoción la parroquia. Entre abrazos, algunas lágrimas y muchas ganas de iniciar la manifestación pública de fe, las puertas del templo se abrieron y la Santa Cena inició su primera procesión desde su sede canónica.
Los cincuenta costaleros, guiados por el capataz Javier Carrasco, realizaron una salida impecable para comenzar la procesión, ante la atenta mirada de los centenares de jienenses que esperaban la salida, con un cielo gris que a los minutos se abrió.
Los músicos de la Banda de Cornetas y Tambores ‘San Juan Evangelista’ de la Hermandad de Triana (Sevilla) interpretaron las marchas ‘En manos de Jesús’ y ‘La Fe’, con las que los 50 costaleros llevaron a Jesús Salvador en su Santa Cena a buscar las calles del barrio del Bulevar.
Detrás del misterio, el palio de María Santísima de la Caridad y la Consolación, que ya ha completado la orfebrería estrenando un juego de jarras en plata. Las palabras de su capataz, Jesús Ramírez, fueron en todo momento de aliento. Desde el interior del templo animó a los costaleros a llevar a la Virgen con alegría. La primera ‘levantá’, sin haber pisado aún la calle, estuvo dedicada a todos los costaleros de la Hermandad. “Vais a hacer bonitas las calles de Jaén”, les dijo.
Y desde entonces, acompañados por la Banda de Música de Santa Mará del Alcor, los costaleros procesionaron a un paso rápido, para buscar el Misterio y caminar juntos, desde su nuevo barrio al Paseo de la Estación, en dirección ascendente, para dirigirse al itinerario oficial.
Algunos mayores de la residencia de la Fundación María Santísima de la Caridad y Consolación acompañaron a las Imágenes en el desfile procesional.
La Santa Cena ha inaugurado el paso por el itinerario oficial, en torno a las ocho de la tarde, después de unos momentos en los que la lluvia quiso hacer acto de presencia en una tarde de Domingo de Ramos con tres cofradías en la calle. De vuelta al templo, acompañados en todo momento de jienenses, la Santa Cena deleitó volviendo a poner corazón a su procesión.
