Las obras de rehabilitación de la torre de la Catedral podrían estar concluidas a finales del próximo mes de mayo, coincidiendo con la celebración del Corpus Christi. Los trabajos avanzan a buen ritmo y de hecho ya se está procediendo al desmontaje de la estructura que estos últimos meses ha cubierto un edificio que ahora pretende recuperarse para las visitas. La ejecución del proyecto ha supuesto un coste de alrededor de 320.000 euros, que ha sido asumido por la Diócesis de Asidonia-Jerez gracias en buena medida a los fondos que llegan a través del IRPF.
Precisamente el ecónomo diocesano, Diego Moreno, incidió en la necesidad de marcar la cruz de la Iglesia Católica en la declaración del IRPF para, entre otras cosas, contribuir a la conservación del patrimonio histórico. Según Moreno, Asidonia-Jerez percibió alrededor de 1,3 millones de euros por este concepto en la campaña de la renta de 2016. Una parte de ese ingreso se destina al sostenimiento del clero, pero también es necesario atender al patrimonio histórico. En el caso concreto de la torre de la Catedral se han necesitado tres años para ejecutar las obras. Además, todavía se está haciendo frente al pago de la rehabilitación de la iglesia de Santiago.
A todo ello deben sumarse las “emergencias” que van surgiendo en los templos que se distribuyen por el territorio de Asidonia-Jerez. Diego Moreno aseguró ayer que la Diócesis tiene abiertos hasta veinte frentes en la actualidad de templos que precisan una rehabilitación.
Tampoco hay que olvidarse de necesidades pastorales que aguardan la disponibilidad de fondos para materializarse en realidad. Es el caso de la parroquia de la barriada de El Rocío, en Jerez, en cuyo solar no se ha podido realizar movimiento alguno en estos últimos años.
Diego Moreno recordó que marcar la cruz de la Iglesia Católica en la declaración del IRPF es compatible con marcar la de las organizaciones sociales y no supone un desembolso para el contribuyente. “Todos al final nos vamos a ver beneficiados, sobre todo aquellas personas que pueden estar más excluidas, porque también la Iglesia hace una labor social muy importante”, explicó.
Por último, no dejó de lado que las actuaciones que se ejecutan en materia de conservación del patrimonio redundan también en la creación de puestos de trabajo en el sector de la construcción.
