Lo ha hecho una vez más. El Gobierno municipal ha demostrado que se puede imponer un proyecto de presupuestos estando en minoría y sin consensuarlos con nadie y ha logrado sacar adelante las cuentas municipales para 2018 gracias a la abstención de Ciudadanos y de la concejala no adscrita. El Partido Popular y Sí se puede han votado en contra.
La sesión plenaria extraordinaria contó con una nutrida presencia de representantes de colectivos que se verán beneficiados por las cuentas municipales a través de inversiones o subvenciones y las intervenciones de los principales grupos no fueron distintas ni en la forma ni en el fondo a lo defendido en las últimas semanas.
Sin embargo, Ciudadanos, además de mantener el discurso, decidió abstenerse y la concejala no adscrita, Inmaculada López, hizo lo propio después de sopesar lo que entendía de perjudicial y de beneficioso en las cuentas.
El grupo municipal Ciudadanos aseguró que su decisión al deseo de llevar a cabo una política útil” en la ciudad. La portavoz de la formación naranja, Mayte Mas, aseguró que Cs “ha vuelto a dejar de lado los intereses políticos para que los isleños y los colectivos de la ciudad puedan verse beneficiados de las inversiones que incorporan estos presupuestos”.
Unas cuentas que como ha resaltado Mas “no son las que Ciudadanos hubiese puesto encima de la mesa pero con nuestro voto demostramos que no somos la muleta ni del Partido Socialista ni del PP sino de los isleños”.
La formación naranja ha afeado el modo de actuar del Equipo de Gobierno ya que han intentado “poner entre las cuerdas” a la oposición ante su incapacidad de aprobar unos presupuestos en dos años. “El PSOE y el PA han intentado utilizar a los diferentes colectivos de la ciudad para presionar a los partidos de la oposición y que pasara de soslayo su falta de gestión”. Y lo han conseguido, al menos en el caso de Ciudadanos.
La portavoz avisa que Ciudadanos se mantendrá vigilante porque, como ha apuntado, “lo importante no es la elaboración ni la aprobación de los presupuestos, sino su ejecución”, algo que ha venido denunciando durante dos años al no complir el Gobierno local con los acuerdos que propiciaron que se aprobaran los de 2016, también con el apoyo del partido naranja.
El Gobierno local ha insistido en la bondad de las cuentas mientras Sí se puede las califica de poco sociales y el PP de estar infladas.
