Cádiz

El uso industrial revive en la antigua fábrica de tabacos de Cádiz

Con la ocupación de superficie por parte de Alestis y Torrot luce de nuevo la enseña industrial en una superficie en la que ya hay más empresas interesadas

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Las naves de Tabacalera en el recinto de la Zona Franca no pueden dejar de estar ligadas a la industria de la capital gaditana. A pesar de los acontecimientos que se vivieron hace algunos años, cuando Imperial Tobacco cerraba su fábrica en Cádiz, la apuesta por parte de los dirigentes del recinto fiscal ha posibilitado que retome sus vuelos y que la enseña industrial vuelva a lucir en esta impresionante superficie, considerada un distintivo de la capital gaditana. Además de haber dado nombre a una de las industrias más pujantes de la ciudad durante cerca de 300 años, también lo hacía dando presencia a los espacios que ha venido ocupando en la ciudad. Primero al actual Palacio de Congresos y a partir de los 80 en las naves que recibían a todos los que llegaban a Cádiz por el puente Carranza. Ahora esas naves empiezan a revivir y tienen nuevos huéspedes: Alestis y Torrot.

La previsión por parte de quienes se encargan de la gestión de esta superficie es que pronto haya buenas noticias relacionadas con este espacio, puesto que habría constancia de otras empresas interesadas en dicha ubicación a la entrada de la ciudad.

La primera interesada fue la aeronáutica Alestis, que iniciaba en junio de 2016 su actividad logística en el interior de la Zona Franca tras un año de obras para adecentar una de las naves de la antigua fábrica de tabacos de Altadis. La compañía transformaba la antigua planta de preparación de liga, junto al puente Carranza, en un moderno almacén desde donde recibe y distribuye a todas sus plantas las estructuras y piezas que necesita para su cadena de montaje. El nuevo centro logístico cuenta con 13.500 m2 de almacén y 285 m2 de oficinas del edificio anexo.

Naves ocupadas por Alestis.

La empresa almacena en su nuevo centro logístico los componentes que llegan al puerto de Cádiz y que después envía a otras factorías.

Mientras tanto, el 30 de enero de 2018, la Zona Franca de Cádiz y la empresa Torrott firmaban el contrato de arrendamiento para que la empresa de movilidad sostenible interconectada se instalase en una nave del Recinto Fiscal gaditano, en donde llevaría a cabo la fabricación y comercialización de su último lanzamiento: el velocípedo, un vehículo de tres ruedas que es 100% eléctrico.

En una superficie de 7.000 metros cuadrados,  de los que 5.000 son para la industrialización y 2.000 para oficinas, se invertirán más de 15 millones de euros y para acabar de desarrollar esta fase de adaptación se invertirán dos millones más, afirmaron sus directivos. Todo ello con el objetivo de convertir las naves de la antigua Altadis en el Centro de Desarrollo Tecnológico de la conocida empresa.

Las antiguas naves donde se ubicaba la conocida fábrica de tabaco cuentan con 36.444 metros cuadrados de superficie arrendable en parcelas, mientras que en edificios y naves la superficie a arrendar asciende a 79.920 metros cuadrados. En la actualidad, según los datos facilitados por el Consorcio de la Zona Franca, que dirige la delegada Victoria Rodríguez, están ocupados 19.758 m2, de edificios y naves, a través de Torrot y Alestis. Una superficie que está calificada como suelo urbano en el Plan General, destinado a actividades económicas, en concreto, como industrial. Cabe recordar cómo en esta zona quiso instalarse la clínica de López Cano y eso habría obligado a la modificación del PGOU por parte del Ayuntamiento ya que una clínica no se considera una actividad industrial.

Poco a poco estas enormes instalaciones van viendo cómo se convierten en objeto de deseo de empresas que reavivarán ese carácter industrial de la antigua fábrica tabaquera.

 

Movimiento

En las naves destinadas a Torrot donde irá ubicada la Home Tech se percibe el movimiento de los operarios para su adaptación y configuración de un espacio de producción industrial, una zona de oficinas y un espacio expositivo.

Máquinas trabajando en el Home Tech de Torrot.

El proyecto se concibe desde las comunicaciones y el tercer uso expositivo, los cuales dan lugar a una pieza que va a articular el proyecto en dos ejes. El primer eje va a resolver los accesos desde el exterior a las oficinas y desde las oficinas a la zona industrial y contendrá: hall, recepción  y el citado espacio expositivo.

El segundo eje va a resolver las conexiones entre plantas, dará luz natural y creará un espacio auditorio de interrelación que mejore la calidad del espacio de los trabajadores.

Según los planes de la conocida empresa, el espacio de oficinas se distribuye entre la entreplanta y la planta primera. Se situará en la entreplanta el espacio de oficina de ingeniería y en la denominada como zona noble, la oficina de dirección y administración, según consta en la memoria del proyecto.

El espacio industrial se ordena en sentido horario, comenzando y finalizando en la zona de los muelles de carga y descarga. Los espacios en los que se distribuyen son: recepción de materiales, calidad, que cuenta con oficinas y laboratorio, almacén de producción, banco de pruebas, zona de reparación, sala de baterías, embalaje y expedición.

La Home Tech plantea un nuevo concepto de oficina centrada en la tradición mediterránea del patio como motor de relación, convirtiéndose en un espacio amable para las personas, posibilitando también una mejor iluminación. 

 

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