Pasadas las ocho y media de la mañana, Cristo Resucitado partía de la Iglesia de Santa Marina para anunciar la resurrección de Nuestro Señor Jesucristo y dar por cerrada la Semana Santa de Sevilla, esta vez con sol, lo que ha faltado a partir del Miércoles Santo, con trombas de agua y granizo que pocas veces se han visto en la capital hispalense por su intensidad, que aguaron parte del Jueves Santo y todo el Viernes Santo, en una semana en la que la tranquilidad, por otro lado, ha sido la tónica dominante.
La Hermandad de la Resurrección ha llenado la mañana del Domingo de Pascua de Sevilla, recorriendo con tranquilidad las calles del centro de la ciudad y una carrera oficial a medio desmantelar, en la que se han podido mezclar los cofrades y feligreses con los turistas que, ya sin sillas en buena parte de la carrera oficial, se han podido acercar hasta los pasos.
La imagen de la Sagrada Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo ha abierto el cortejo entre nubes y rayos de sol que se han ido alternando toda la jornada. Tras Cristo Resucitado, María Santísima de la Aurora, tallada por Antonio Dubé de Luque, caminaba con el paso de palio que Antonio Garduño diseñó en su día para la Estrella, que se lo ha cedido ante la imposibilidad de que el nuevo paso de la Aurora estuviera bordado a tiempo para su salida procesional en Semana Santa.
Así, La Resurrección cierra la semana grande de Sevilla y sin que hubiera entrado aún en su templo, nada más salir la cofradía de su estación de penitencia en la Catedral, los operarios ya comenzaban el desmontaje de los palcos de la Plaza de San Francisco. Termina la Semana Santa, hasta el año que viene. Mientras, comienzan los toros en la Maestranza y la ciudad se prepara para su Feria de Abril que, no lo olvidemos, este año comienza en mayo.