Jerez

El repunte de la mendicidad pone en alerta a hosteleros y comercios

Acoje y Asunico abordan con la alcaldesa en funciones este problema, tras detectar que se ha agravado en los últimos meses

Publicidad Ai
Publicidad Ai Publicidad Ai
Publicidad AiPublicidad AiPublicidad AiPublicidad Ai Publicidad AiPublicidad Ai
  • La calle Larga de Jerez. -
  • ¿Exportar el modelo de Málaga?Asunico propone recurrir a un vigilante de seguridad privado que haga de enlace con el 092 para casos de pedigüeños

 Las asociaciones de comerciantes de Acoje y Asunico mantuvieron ayer una reunión con la alcaldesa en funciones, Mamen Sánchez, y los tenientes de alcaldesa delegados de Movilidad y Urbanismo en funciones, José Antonio Díaz y Francisco Camas, en la que el repunte de la mendicidad en las calles comerciales y peatonales y en las terrazas de los bares acabó acaparando el encuentro. Tal y como trasladaron a Sánchez, ambos colectivos vienen detectando desde hace meses más conflictos y situaciones incómodas en todo lo relacionado con la mendicidad, una cuestión delicada pero que consideran que se ha “agravado” y en la que hay que actuar con un protocolo específico y medidas concretas, como así aseguran que vienen haciendo desde Acoje, involucrando a la propia alcaldesa, Asuntos Sociales, Policía Local y Cáritas.

Sin embargo, a tenor de la preocupación de ambas asociaciones, siguen siendo insuficientes, y acciones bastante cuestionables como que haya  mendigos que realicen sus necesidades junto a comercios o  establecimientos hosteleros o su presencia “reiterativa” y a veces “agresivos” a los clientes, empieza a hacérseles cuesta arriba, tal y como señalan desde Asunico. De hecho, según apunta la presidenta de Acoje, Nela García, recientemente tenido un caso muy grave de una persona que finalmente ha dejado la ciudad ante la “presión” ejercida desde distintos estamentos, lo cual, como matiza, “no es la mejor solución” porque la situación de abandono de dicha persona va a persistir pero fuera de Jerez.

“Tropiezos con la ley”

En Acoje tienen claro que la normativa en vigor hace prevalecer la libertad de las personas que ejercen la mendicidad a decidir, pero ven necesario que “por salud” se coordinen actuaciones más rápidas y directas. Entre las medidas que se plantearon, sin que ninguna se adoptara en firme ni pueda ser contundente ante los “tropiezos” con la ley en los que pueden incurrir, tal y como detallaron a Viva Jerez desde Asunico,  se habló de incidir más en la labor de limpieza, Servicios Sociales y Policía Local, no tanto para que aperciban a mendigos, sino para evitar que “campen a sus anchas”.

¿Cómo?Denunciando si los pillan in fraganti haciendo sus necesidades junto a los negocios, o retirando su “campamento” de los soportales de un banco u otro espacio a través de los servicios de limpieza en el caso en el que se ausenten. De la misma forma, en Asunico van más allá y ayer pusieron sobre la mesa el modelo que se ha instaurado en Málaga enfocado especialmente a minimizar y disuadir la presencia de pedigüeños en los veladores a través de vigilantes de seguridad privados que están coordinados con la Policía Local, pues el 092 es la última instancia debe actuar en caso de denuncia.

Estudiar medidas

Una iniciativa que, según indican, está dando buenos resultados, por lo que desde el colectivo que preside Manuel García plantearon si a ese modelo “se le podría buscar encaje en Jerez”, abriéndose un debate en el que se plantearon posibles inconvenientes legales relacionados en la mayoría de los casos con la imposibilidad de que estos agentes privados -un servicio que costearían los hosteleros- puedan actuar en la vía pública, como planteó el comisario de la Policía Nacional, apuntando a la posible autorización de la Subdelegación del Gobierno. El jefe de la Policía Local de Jerez, no obstante, consideró que “se podría” estudiar la solución por la que han optado en Málaga. “La labor disuasoria la están haciendo los camareros, acercándonos cuando se ponen demasiado encima del cliente; intentamos incomodarle  pero es muy triste que el camarero tenga que estar así. Por eso creemos que un señor  uniformado, puede funcionar como espantapájaros y en la práctica no tendría que actuar nunca, sólo si esa persona se aproxima demasiado, alertan desde Asunico, que advierte también de los efectos negativos de estas situaciones en la imagen de la ciudad que se llevan los turistasde que son “abordados” reiterativamente. 

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN