Cádiz

El fin del verano cofrade con la salida de Afligidos

La cofradía de San Lorenzo celebró este domingo su 300 aniversario devocional con una salida extraordinaria por las calles de Cádiz

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La Hermandad del Jueves Santo ha venido celebrando durante todo este año su 300º aniversario devocional mediante varios actos y cultos a sus amantísimos titulares. Este domingo se cerró dicho año conmemorativo con una salida extraordinaria por las principales calles del centro de la ciudad en la que empleó poco más de cuatro horas. 

La mañana amaneció con dudas con respecto a la climatología. Algunas fuentes barruntaban borrascas que hacían su entrada por el estrecho de Gibraltar, mientras que otras mostraban un mapa de Cádiz limpio con una nubosidad que se alejaba de la capital. 

Con total puntualidad, a las 19:00 horas, la Cruz de guía de la Hermandad de San Lorenzo se ponía en la calle Sagasta siguiente el siguiente recorrido: Sagasta, Hospital de Mujeres, Plaza de las Flores, Compañía, Santiago, Candelaria, Montañés, Palillero, Novena, Ancha, San José, Santa Inés, Sagasta y San Lorenzo. 

El cortejo iba formado por muchísimos hermanos de la hermandad así como de distintos cofrades de otras hermandades y entidades de la Parroquia. Según los datos facilitados por la propia cofradía, casi 700 personas ocuparon la longitud del cortejo. 

Como ya es habitual, el capataz fue José Julio Reyeros Cánovas, uno de los capataces más veteranos de la ciudad de Cádiz. Tras el paso de misterio que tallara en 1939 el sevillano Castillo Lastrucci iban dos formaciones musicales. Desde la salida hasta la calle Montañés, pudimos contemplar perfectamente formada la banda de cornetas y tambores Ntra. Sra. Del Rosario de la capital que iba mezclando composiciones clásicas con las marchas más conocidas de su repertorio. En la Calle Montañés se incorporaba la banda de música de Las Cigarreras de Sevilla, siguiendo ya su acompañamiento hasta la entrada. 

Una de las novedades más atrayentes del cortejo, fue la presencia de la Santa Mujer Verónica que procesionó de manera independiente en una parihuela en la cabecera del cortejo, y no formando parte del grupo escultórico como es habitual en Semana Santa. Lo hacía así para recordar como lo hacía la Hermandad en las primeras salidas procesionales en 1842. Dicha imagen se incorporó al misterio en 1974, siendo restaurada antes por José Miguel Sánchez Peña. 

 Este detalle sumaba otra novedad quizá más significativa en el paso de misterio, pues el espacio que la Verónica dejaba libre en el paso lo ocupaba un soldado romano cedido por la agrupación parroquial del Soberano Poder de Morón de la Frontera, realizada por el joven imaginero Martín Nieto. Dándole al misterio una fisionomía distinta a la de cada Jueves Santo. 

La Cofradía que cuenta con ricos bordados de los siglos XVIII, XIX y XX, puso en la calle para la ocasión sus mejores galas, entre los que destacaba la túnica del Señor, de Concepción Corado realizado en 1895, recientemente restaurado, en los talleres de Esperanza Elena Caro y el terno de San Juan Evangelista restaurado por Bordados Santa Lucía. 

Sin incidencias reseñables, la Hermandad se recogió en torno a las once y media de la noche con el himno nacional que interpretaba la citada banda de música de Las Cigarreras de Sevilla. 

Datos fundacionales 

El Obispo de Cádiz, Lorenzo Armengual de la Mota, funda esta Cofradía en 1726, cuyo misterio representaría la cuarta estación del Vía Crucis (el encuentro de Jesús con María en la calle de la Amargura) del cual era gran devoto el citado Obispo. La establece en la entonces llamada Iglesia de la ayuda del Pilar (todavía estando ésta en construcción), hoy llamada de San Lorenzo en honor a su piadoso fundador. 

En 1761 le son aprobadas nuevas reglas; realizando dos años más tarde, 1763, su primera salida procesional, entonces en Domingo de Ramos; no será hasta 1937 cuando realice su estación de penitencia en Jueves Santo. 

Las imágenes 

Las tallas del Nazareno de los Afligidos y María Santísima de los Desconsuelos son obras del escultor flamenco, afincado en Sanlúcar de Barrameda, Peter Sterling; fueron realizadas en madera de cedro y datan del año 1727. La Virgen fue restaurada en 1962 por Antonio Castillo Lastrucci y el Señor en 1990 por José Miguel Sánchez Peña. 

Las imágenes de las Santas Mujeres que acompañan a María Santísima son de escuela genovesa, asignables al siglo XVIII, y constan que ya estaban realizadas en 1768, fueron restauradas por Miguel José Láinez Capote en 1939. Las imágenes de San Juan Apóstol y Simón de Cirene también son de raigambre genovesa. Todas las imágenes secundarias fueron realizadas por Luis González Rey entre 2007 y 2008. 

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