La Facultad de Comunicación de la Universidad de Sevilla, de la mano del Colegio de Periodistas de Andalucía, ha celebrado unas jornadas sobre la reforma de la Ley Electoral andaluza en materia de comunicación, a la que tuvieron la gentileza de invitarme. Un buen y oportuno momento para la reflexión en el que participaron políticos, periodistas y juristas.
Después de lo escuchado, (casi) todo está por hacer. Ni el Estatuto de Autonomía ni el texto legislativo andaluz desarrollan cuál es el papel de los medios públicos y privados de comunicación durante la campaña electoral. El Estatuto sí contempla debates. La Ley no, que, sin embargo, pormenoriza en los bloques de propaganda electoral que emiten los medios públicos. Se olvida de debates, bloques informativos, entrevistas, encuestas, día de reflexión, nuevas tecnologías...
No es fácil un acuerdo en un tema en el que cada partido tiene sus propios intereses. Los mayoritarios cuentan con la gran ventaja de la proporcionalidad que les concede la Ley; el resto de las formaciones con representación parlamentaria tienen a su favor que, aunque en menor medida, sí están porque son. Los que pierden son los minoritarios, relegados a la nada salvo que cambie la Ley o la Junta Electoral les otorgue la condición de significativos en base a un buen resultado electoral cercano.
Al menos -por lo escuchado en esa jornada- hay base para un acuerdo de mínimos. Los partidos andaluces aceptarían que se pudiera hacer campaña durante la jornada de reflexión, y publicarse encuestas hasta el mismo día de la votación, con la cautela de que esos sondeos demoscópicos se realicen e interpreten desde el rigor y no la manipulación.
A partir de ahí ¿quién le pone puertas al campo? Los debates: PSOE y PP aceptan un cara a cara pero Adelante Andalucía y Ciudadanos lo cuestionan. Claro ¿Y el resto de debates? ¿Quién participa?¿sólo los representativos? ¿contando con los minoritarios? ¿y los bloques de información electoral, con criterios periodísticos o la proporcionalidad en segundos basada en el resultado de los anteriores comicios? ¿los bloques de propaganda, con ese formato antitelevisivo, no penalizan a los medios de comunicación públicos? Y así seguiría preguntando porque la materia no es baladí.