Poco a poco todo va volviendo a la normalidad en el mundo de las cofradías. Arcos dio la pasada semana un golpe sobre la mesa que ha retumbado en prácticamente todos los rincones de Andalucía, haciendo que la mayoría de las diócesis que tenían vetado el culto público vuelvan a reestablecerlo. Algo parecido ha ocurrido en paralelo en el mundo de las bandas de música. La participación de la portuense Banda de Música Maestro Dueñas en la procesión extraordinaria de la Soledad trajo consigo una bocanada de aire fresco para todas las agrupaciones de Andalucía, que han visto continuamente como su actividad diaria era limitada. “Cuando contactaron primeramente con nosotros, la incidencia estaba bastante alta y da mucha alegría que cuenten contigo, es una inyección de moral. Cuando recibimos la llamada de la confirmación tan sólo una semana antes de la procesión, nos dio una dosis de energía increíble”, explica emocionado Javier Alonso, el director de Maestro Dueñas para detallar cómo se gestó su actuación en Arcos, la cual tuvieron que sopesar todos los músicos debido a la novedad de la procesión. Esto implicó que todos tuvieran que consensuarlo por votación. “Tuvimos que votar si ir o no, porque yo soy responsable de mi mismo y tenía que saber si algún músico no quería ir y si faltábamos muchos, pues no había problemas, se dejaba y ya está”. Esta última opción ni siquiera se llegó a plantear dado que todos los integrantes estuvieron de acuerdo a la hora de dar el paso definitivo y aprobarlo. “Fuimos casi toda la banda al completo”, indica el director de la agrupación.
Para que todo saliera medido, la banda de música propuso a la hermandad un plan medido para que en todo momento se cumplieran las medidas de seguridad entre los músicos, sobre todo, debido a la tipología de las calles de la localidad arcense. Para ello, la banda ideó dos formaciones distintas que los músicos debieron de interiorizar para que el cambio de formación fuese rápido y eficaz.
“Teníamos que organizarnos bien y decidimos crear la formación de cuatro y de tres y en esta última pusimos a las maderas delante para que se escuchara la melodía y no quedara atrás porque formando de 3, la banda se hace excesivamente larga y puede haber descoordinaciones. Al llegar a Arcos, antes de empezar -continúa - probamos esta formación para que el músico en unos 10 segundos pueda cambiarla. A priori en las calles estrechas intentábamos no tocar, sin embargo fue todo lo contrario, que nos encontrábamos la calle tan estrecha que no había nadie a los lados y estábamos muy cómodos”, explica Javier Alonso recapitulando cómo se gestó todo.
En la organización de Maestro Dueñas se han fijado y mucho los músicos de la Banda de Cornetas y Tambores Tres Caídas de Arcos, que ayer tocaron tras el Cristo de la Vera Cruz de Arcos y que tuvieron también que adaptarse a las circunstancias a través de “mantener la distancia un poco más entre músico y todo el tiempo con mascarilla puesta. No podemos salir de la fila, no beber agua ni compartirla”, afirma su director Francisco Huertas, aunque añade que “no podemos estirar la banda por las voces tan diferentes que tenemos y por la música que queda muy atrás y los que están delante los que están atrás no se enteran y es una dificultad”.
Aún así, estos músicos tienen claro que la valentía que han demostrado en todo momento la Soledad de Arcos y “Maestro Dueñas” ha servido de espejo para ellos.
Emoción a raudales
Con los datos en la mano y en defensa del colectivo bandístico, Javier Alonso resalta sobre la emisión de aerosoles por parte de los instrumentos que la Orquesta Sinfónica de Viena “hizo un estudio y el instrumento que más aerosoles emanaba era la flauta, ahora bien, si están vacunados… siempre con las medidas de seguridad, nosotros al menos no hemos tenido nunca ningún susto”, explica el director de la banda portuense que tras más de una semana reconoce no haber asimilado aún todo lo ocurrido en Arcos. “En las bandas a todo el mundo no le gustan las procesiones y somos muy diferentes todos, pero a todos nos gusta la música. Pues aquí todo el mundo se emocionó porque Arcos se volcó con la banda. Los bares no paraban de sacar refrescos y botellas de aguas para la banda, fue increíble”, indica, consciente de que este día pasará a la historia para siempre y orgulloso de que ellos participaran en este hito.
Desigualdad para tocar en Andalucía, en la diócesis de Jaén está prohibido
La alegría de los músicos de la provincia de Cádiz gracias a estas dos bandas que han abierto la puerta y han servido de ejemplo a muchas otras de Andalucía, se contrapone con el malestar que existe en otros puntos de Andalucía, como es el caso de la Diócesis de Jaén, donde se ha prohibido expresamente el acompañamiento musical de estas agrupaciones, algo que no ha sentado nada bien en los colectivos musicales de la provincia que intentan llevar a cabo con normalidad su actividad diaria intentando reflejar lo que ahora ocurre en provincias como la nuestra.