El olivar tiene dos momentos principalmente críticos y en los que necesita agua para su producción: el de la floración en abril y el de maduración en septiembre
Se produce después de la reunión que mantuvieron ayer en Bruselas los ministros del ramo, en la que los países urgieron a la Comisión Europea a tomar medidas
Muestra su preocupación por la falta de agua y demanda actuaciones que garanticen el riego para la agricultura, “uno de los motores socioeconómicos” de la zona