El fallecido, de nacionalidad española y dueño de la empresa que realizaba los trabajos, no llevaba casco ni arnés de sujeción mientras trabajaba. Según los primeros indicios, el hombre se habría dado un fuerte golpe en la cabeza tras precipitarse unos 3,7 metros de altura
El artilugio, inventado por el sevillano Iván Dorado, es de rápida instalación y despliega, a la misma vez que la persiana, una protección para evitar caídas
Se sospecha que los autores son los mismos que semanas atrás también realizaron otros similares como la rotura de papeleras y farolas. La Policía Local tiene varias pistas fiables y no se descartan sus detenciones