Hace unos días os contábamos la historia del repartidor «caranchoa», un señor que mientras hacía su trabajo fue importunado por un youtuber de los que gasta bromas y las graba. Su nombre era Granbomba y tenía un canal realmente conocido… hasta que recibió una galleta a mano abierta por parte de este repartidor enojado.
La torta recorrió la red porque el youtube colgó el vídeo del momento y su posterior salida del hospital, informando al público que emprendería acciones legales. La sorpresa vino cuando las redes sociales comenzaron a arropar al autor de la agresión asegurando que el youtuber «se merecía» algo así por impertinente.
El asunto se fue tanto de madre que Granbomba retiró casi todos los vídeos de su canal y eliminó su cuenta de Twitter en un intento de desaparecer de la red, algo imposible en los tiempos que corren. Él siempre será el que recibió una hostia de un repartidor. Y ahora parece que no solo se llevará eso. El agresor quiere demandarlo.
El abogado defensor del repartidor ha asegurado en Espejo Público que tomará medidas legales contra Caranchoa por el daño de imagen causado a su cliente. El youtuber intentó que la empresa de reparto en la que trabaja el agresor le despidiera, pero no lo consiguió. Ahora parece que puede tener que pagar una indemnización.
