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Activistas veganos predican en el desierto latino contra el lechón asado

Lorenzo Castro E. (EFE) | Es casi una batalla de David contra Goliat la que ha acometido la organización defensora de los animales PETA para que los latinos de Estados Unidos dejen de mirar la carne de cerdo como el plato indiscutible en las cenas de Nochebuena y se inclinen por una «noche vegana», pero […]

Lorenzo Castro E. (EFE) | Es casi una batalla de David contra Goliat la que ha acometido la organización defensora de los animales PETA para que los latinos de Estados Unidos dejen de mirar la carne de cerdo como el plato indiscutible en las cenas de Nochebuena y se inclinen por una «noche vegana», pero no por ello se rinden.

Para que el ciudadano de a pie en Miami tome conciencia de que los cerdos, como las personas, «son seres con sentimientos y con familia», Kheiry Echevarria, voluntaria de PETA Latino, se postró este martes en una calle del barrio de Wynwood boca abajo y prácticamente desnuda como si fuera un lechón sobre una bandeja y rodeada de verduras de utilería.

Como contraste, en esta misma jornada prenavideña, un concejal repartió 1.400 paletas de cerdo entre familias de bajos recursos de Miami y en Hialeah, también en Miami-Dade y una de las ciudades de EE.UU. con mayor proporción de población latina, el alcalde indultó dos cerditos, que se salvarán así de la matanza navideña.

«Los cerdos son asesinados, son torturados por millares, todo para que una familia se junte y coma alrededor de su cuerpo» en estas fiestas, dijo a EFE Yennifer Martínez, gerenta del brazo latino de PETA (Personas por el Trato Ético de los Animales).

«Ellos no quieren morir para ser la cena de alguien», resaltó Martínez.

Desde hace tres años PETA realiza en Miami una acción de protesta y concienciación por la llegada de las Navidades, como hace desde hace nueve años en California y Texas, otros estados con alta concentración de latinos.

Pero este año además, según dijo Martínez a EFE, el jueves próximo tendrá lugar en la ciudad colombiana de Medellín, otro templo consagrado a la carne de cerdo, el llamado de atención protagonizado por Echevarría.

Manuel Ruiseco, que presenció la actuación de la activista, le dijo a EFE que le gustaría hacer una transición a una dieta a base de vegetales, pero no sabe cómo comenzar.

Como hijo de cubanos, Ruiseco, nacido y criado en Miami, sabe que llegados a esta época del año «a los pobres cerditos los ves por todos lados».

«La cultura no representa tortura», argumentan los representantes de PETA presentes en este acto.

Martínez agregó que «no hay que asesinar ni hacerle daño a los animales cuando hay tantas opciones veganas, que son mejores para los animales, para nosotros y para el planeta»

«Ya es hora de que la compasión determine nuestras acciones», ahondó.

ESPERANZA EN FORMA DE PALETAS DE CERDO
Unas millas al suroeste de donde paseantes y turistas eran invocados a dar el salto a la proteína vegetal, quizás un eslabón en la cadena evolutiva del hombre, el concejal de la ciudad de Miami Manolo Reyes encabezaba su «Paleta Extravaganza».

Así denomina una campaña en la que repartirá en total 1.400 paletas de cerdo estas Navidades.

Como dejó ver en su cuenta de Twitter, Reyes distribuyó este martes 500 paletas en un complejo de viviendas para personas mayores, que, según se ve en las fotos, para pesar de PETA no mostraron reparos en recibirlas, sino todo lo contrario.

«No puedo ser indiferente a la necesidad», señaló el comisionado en un comunicado de prensa, en el que agregó que las paletas «representan mucho» para sus recipientes, quienes con esta ayuda tienen garantizada su cena navideña.

Un acto de generosidad fue también el que tuvo la ciudad de Hialeah, de gran mayoría cubana, con Hamilton y Wilbert, dos cerditos que estas fiestas no presidirán ninguna mesa sino que disfrutarán de su hogar en una mini granja en la escuela secundaria Palm Springs, y al cuidado de los estudiantes y los maestros.

El alcalde de la ciudad, Esteban Bovo, y el concejo municipal, perdonaron la vida a estos dos puercos, siguiendo una tradición de las fiestas de diciembre.

UN ASESINATO EN MASA
Para PETA, no obstante, es una ayuda mal enfocada, y por más que atienda un legado cultural no deja de ser «un asesinato en masa» y, en ese sentido, Martínez sugiere a las autoridades locales ver otras opciones.

«Que algo sea cultura no significa que está bien», argumenta la directiva de PETA Latino, quien saca a colación en esa línea el «movimiento antitaurino en América Latina», con casos como la mexicana Quintana Roo, donde están prohibidas las corridas de toros, mientras se discute una medida similar en Ciudad de México.

La organización tiene esperanza de que ese espíritu a favor de los toros de lidia se traslade a los cerdos durante las fiestas navideñas.

«Me ha hecho pensar», reconoció por lo pronto Ruiseco, mientras observaba la acción que llevaba a cabo Kheiry Echevarría.

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