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El Loco de la salina

Tres cañones de mujeres

Gracias a ellas podemos los cañaíllas disfrutar hoy de una cocina propia, de la que podemos presumir como si la hubiéramos parido nosotros mismos

Publicado: 13/02/2022 ·
20:34
· Actualizado: 13/02/2022 · 20:34
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Autor

Paco Melero

Licenciado en Filología Hispánica y con un punto de locura por la Lengua Latina y su evolución hasta nuestros días.

El Loco de la salina

Tengo una pregunta que a veces me tortura: estoy loco yo o los locos son los demás. Albert Einstein

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Hasta el manicomio ha llegado la grata noticia de que la Cofradía Gastronómica Isleña “Los Esteros” va a hacerles un homenaje a tres cañones, sin que eso tenga nada que ver con la guerra. O sí, porque la vida interna de las cocinas es como una continua batalla que requiere toda la atención de los generales y de las generalas. Se trata de un reconocimiento a tres modelos de mujeres hosteleras con motivo del Día de la Mujer Trabajadora. Las tres han sido el apoyo permanente de sus maridos y el potente motor de sus respectivos restaurantes. Y las tres, lejos de quemarse en sus cocinas, cosa que hubiera sido lo normal, han luchado lo indecible y han sabido mantener viva la ilusión de darles sabor a los paladares ajenos tratándolos como oro en paño con los productos salidos de sus manos. Esas tres mujeres, dignas de admiración por su dedicación y loca entrega a la hostelería, son: Carmen Benítez, Elvira Loureiro y Carmen Rodríguez, en riguroso orden alfabético. Se podría escribir un libro completo sobre cada una de ellas y sobre todas las vicisitudes que han pasado en este valle de lágrimas desde sus comienzos hasta llegar a ser tan reconocidas y queridas por todos los que las han tratado o han probado sus platos.

Carmen Benítez echó los primeros cimientos, junto con su marido Alfonso, del Bodegón de Andalucía e hizo que los caracoles se sintieran allí muy a gusto, como en su propia casa. Hoy el Bodegón sigue más vivo que nunca y a cargo de su hijo Alfonsito, otro cañón donde los haya, y que es el ejemplo que demuestra aquello que de tal palo tal astilla. Elvira Loureiro, la Gallega, guarda en sus adentros las penalidades y los malos ratos que pasó como viuda con dos hijos hasta ver cómo su negocio prosperaba poco a poco y llenaba de sabores increíbles la Plazoleta de las Vacas. Hoy su hijo Jesús, otro cañón sin duda, junto a Hornos Púnicos, mantiene el fuego sagrado de los sudores echados por su madre en aquella cocina que era tan pequeña como grande es ella.

Carmen Rodríguez, mujer y pilar de su marido el Yeyo, otro cañón también, podría contar todos los esfuerzos mudos y en silencio derrochados a través de los años hasta ver hoy cómo iba saliendo adelante el negocio a pesar de todas las dificultades, con el apoyo de sus hijos. tanto en el Restaurante El Yeyo de Fadricas, como en el Restaurante Puente de Hierro camino de la Carraca.

Estas tres mujeres luchadoras tienen en común tres cosas fundamentales: su guerra a muerte en las cocinas, su pelea sin cuartel siempre al pie del cañón para sacar adelante a sus familias en tiempos difíciles y su papel humilde y escondido a la sombra de los fogones. Gracias a ellas podemos los cañaíllas disfrutar hoy de una cocina propia, de la que podemos presumir como si la hubiéramos parido nosotros mismos. Lo que sentimos los locos es que, habiendo estado las tres también locas en su día por su trabajo, no hubieran ingresado antes en este manicomio, con lo que nuestros cerebros hubieran estado ahora mejor alimentados y más equilibrados. Enhorabuena a las tres por ese merecido reconocimiento. Y tal como me he enterado, lo transmito: el homenaje a estas tres mujeres ejemplares tendrá lugar el viernes día 4 de marzo a las 19,30 horas en el restaurante del Club Náutico Puente de Hierro Asociación de Pescadores. Ese día se pasará lista completa, y los que no vayan tendrán que ayunar un mes enterito para que aprendan modales.

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