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A punto de nieve

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Hemos iniciado el nuevo año con agua, viento y frío, tal como dice el villancico, indicándonos como se hicieron los caminos..

Siempre nos pasa lo mismo y cuando hace bastante calor parece que hace más calor que nunca y cuando el frío aprieta volvemos a oír la manida frase "en mi vida he conocido yo tanto frío como el que está haciendo". Todos los veranos hace mucho calor y todos los inviernos bajan enormemente las temperaturas lo que ocurre es que no nos acordamos de un año para otro. Algunos dirán que el que nieve, por ejemplo en Sevilla, no es habitual o el grado de espesor que ha alcanzado la nieve en Córdoba, una de las ciudades más calurosas de España, tampoco es normal, pero todo ello es producto no solo del frío sino de las condiciones meteorológicas que hacen posible la formación de los copos de nieve. A los datos me remito para refrescar la memoria, en enero de 2005 la prensa daba en titulares el 29 de enero que desde 1952 no se había tenido una noche tan fría, como la pasada. El aeropuerto de Jerez registró una mínima de 5,4 grados bajo cero aquella madrugada. Afirmando que únicamente en diciembre de 1979 se llegó a dicha temperatura desde mediados del siglo XX. Jerez igualó aquella fría noche del 22 de diciembre de 1979 a la de 1952. La efeméride similar más cercana a esta fecha hay que buscarla en enero de 1992, con cuatro grados bajo cero. Aquel enero de 2005, con cerca de seis grados bajo cero se congeló el agua de los aspersores y se llenaron las calzadas de la ciudad de trozos de hielos, estamos hablando de hace solo cinco años y ya no nos acordamos. Este inicio de 2010, cuando más de media España está vestida de blanco, Jerez se ha quedado a punto de nieve y sin más copos que aquellos artificales que cayeron en la plaza de la Asunción.
Pero lo que se dice nevar no se produce en Jerez desde 1954, concretamente un 2 de febrero, festividad de la Candelaria. Aquel año la provincia entera vivió una de las mayores nevadas de su historia, sobre todo en El Puerto, Jerez y Algeciras, donde la nieve alcanzó un espesor de diez centímetros. Esta inmensa ola de frio y nieve azotó toda España y Europa, dejando, como ahora, incomunicados a muchos municipios del país y causando algunas muertes. Jerez se cubrió aquel año de nieve llenando de expectación y asombro a toda la ciudad.
Unos años antes de la última nevada caida en Jerez, en plena República, también se produjo una nevada importante sobre la provincia de Cádiz, inspirando al prestigioso poeta José María Pemán para escribir su famoso artículo Nieve sobre Cádiz texto que le valió el premio Mariano de Cavia, cuyo contenido relacionaba de forma irónica el avance de todo lo relacionado con la Rusia Soviética con la política de la II República española.
Quizás esta nevada de estos días sea también un presagio de esos nuevos tiempos que nos están llegando, tiempos de incertidumbre sobre un cambio climático del que por un lado se nos habla de calentamiento global del planeta y por otro del frío bajo cero y la nieve que llega hasta donde casi nunca ha llegado. Un anuncio de que estamos ya tan globalizado que ni la temperatura respeta las peculiaridades de cada lugar.
Ironizando como Pemán, más vale estas aguas, vientos y fríos que nos dejan a punto de nieve pero que podemos combatir con un simple calentador o con un chubasquero que otras actitudes que dependen, más bien, de la naturaleza humana y que nos dejan, cada dos por tres, helados, con los caminos cortados, sin saber como hacerle frente y, en la mayoría de los casos, tristes y afligidos como la letra del popular villancico.

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