Déjà vu sobre distintas formas de ir a la guerra

EN TIERRA HOSTIL (The hurt locker)
eeuu Calificación: ** 1/2
dirección
: Kathryn Bigelow.
intérpretes: Jeremy Renner Anthony Mackie Brian Geraghty Guy Pierce Ralph fiennes David Morse Chistian Camargo.
EEUU. 2008. 125 minutos.

Hollywood parece haber superado definitivamente el trauma de Vietnam y una nueva generación de cineastas ha comenzado a dar respuesta a los nuevos conflictos bélicos en los que se encuentran implicadas sus fuerzas armadas. Irak, Afganistán o cualquier territorio dominado por el fundamentalismo islámico es hoy día escenario recurrente para el cine norteamericano, que ha intentado aportar cierta mirada crítica a la labor del ejército en su campaña contra el terror.

En el valle de Elah, Leones por corderos, Jarhead, Redacted, Expediente Anwar... son una buena muestra al respecto. Llega ahora The hurt locker (En tierra hostil), ambientada en Bagdad y protagonizada por un grupo de artificieros a los que seguimos en el día a día de su labor en el transcurso de la misión de su compañía.
Como se dijo de tantas otras películas sobre Vietnam, En tierra hostil es, ahora, el mejor filme realizado hasta la fecha sobre la guerra de Irak. Lo dice el público, la crítica estadounidense... hasta los militares la han aplaudido. Lo único cierto es que es el primero de la lista que no ofrece una mirada crítica sobre el conflicto, que no se posiciona, a partir de un pretendido sentido de la objetividad que elude emitir cualquier tipo de juicio de valor sobre el asunto.
Es, en realidad, una película sobre personajes. Que su experiencia diga más o menos cosas sobre lo que ocurre allí queda en manos del espectador, ya que lo que la directora Kathryn Bigelow pretende con la película es mostrar la actitud de un determinado grupo de profesionales del ejército ante una situación de guerra; más concretamente, la dependencia de su protagonista principal, el temerario artificiero James, ante las amenazas de cada día, y cómo los demás integrantes de su compañía se ven arrastrados a su juego a causa de una necesaria descarga diaria de adrenalina.
En este sentido, Bigelow construye un acertado retrato psicológico de cada personaje, acompañado de cierto desconcierto de cara al espectador, ya que la elección de actores desconocidos impide una identificación previa con cada uno de ellos. Por el otro lado está su visión de la guerra. Ha dicho la directora de Le llaman Bodhi que se ha inspirado en otras grandes películas bélicas para la ocasión (Apocalipsis now, La batalla de Argel...), y el problema es que se le nota demasiado, provocando además una permanente sensación de déjà vu que menoscaba el interés global del filme.

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