Publicidad Ai
Publicidad Ai

El Real Madrid se complica el pase al perder en Siena

El Regal Barcelona ganó ayer con autoridad al Panathinaikos (83-71) para conseguir el liderato provisional del grupo, gracias a la derrota del Partizán ante el Maroussi, y dejar también prácticamente fuera de la competición a los griegos.

Publicidad Ai
  • El escolta del Barcelona Roger Grimau ante un rival del Panathinaikos. -
El Real Madrid volvió a poner de manifiesto la irregularidad de su juego, perdió su segundo encuentro consecutivo lejos de su casa, este vez en Siena ante el Monstespachi, y se complica la clasificación para los cuartos de final de la Euroliga.

Si en Tel Aviv hace una semana fue Anderson, ayer en Siena el verdugo de los españoles se llamó Mc Intyre: 24 puntos, 3 rebotes y 11 asistencias, para obtener una nota general de 43, y, lo más importante, la sensación de ser imparable para los blancos.

Los campeones italianos se aprovecharon de la baja forma de algunos jugadores del Madrid: Jaric, Bullock, Llull o Garbajosa. Sólo Kaukénas, 21 puntos, Lavrinovic, 24, y, en menor medida, Velickovic, 13, lograron que su equipo llegara con posibilidades al final del choque.

El Madrid se queda sólo con una victoria, al igual que el Efes Pilsen, y por detrás del Maccabi y el Montespachi. Todos han ganados todos sus partidos en casa, de ahí la importancia de imponerse fuera. A los blancos les queda un viaje: Estambul.

El Madrid, sin Reyes, no pudo con el Montespachi desde el primer cuarto. Tras unos seis minutos de tanteo con los españoles por delante, estos empezaron a cometer errores, a no cerrar el rebote y a perder balones en ataque.

El base Mc Intyre lideró un parcial de 17-0 entre el minuto 6 y el 8. Del 6-12 se paso al 23-12 con los blancos desconcertados sin saber cómo parar a sus rivales.

VICTORIA DEL BARCELONA

El Regal Barcelona ganó ayer con autoridad al Panathinaikos (83-71) para conseguir el liderato provisional del grupo, gracias a la derrota del Partizán ante el Maroussi, y dejar también prácticamente fuera de la competición a los griegos, vigentes campeones, en un partido en el que Grimau, con su entrega, lideró a los de Pascual.

No llegaban finos los griegos, pero tampoco el Barcelona debido a la derrota, confirmada, ante los serbios del Partizán. Sin embargo, los catalanes demostraron ser capaces de levantarse tras una derrota y ayer jugaron un muy buen partido, digno de esta competición.

Sólo en el segundo cuarto pareció peligrar la victoria cuando una dinámica lenta hizo entrar en el partido a los griegos.

De hecho, éste fue uno de los partidos más lentos de la temporada, si no el que más. Con un juego parado constantemente, con muchas personales y acciones que impedían avanzar el crono, fue el Barcelona quien tuvo más paciencia y acabó desquiciando al PAO con su juego. Fue un partido intenso, con el ambiente de las grandes noches en el Palau, hecho que también contribuyó.

En el último partido de ayer con presencia española –el Unicaja ganó el miércoles– el Caja Laboral sufrió ante el Khimki ruso (71-82) un grave tropiezo que casi le condena a cerrar su andadura por la Euroliga por esta temporada.

Además de la derrota que le aparca del camino europeo los once puntos de desventaja son otra losa que entierra las ilusiones vitorianas, si dentro de dos semanas no es capaz de ganar en la pista rusa por más de esa diferencia.

En el partido en el que por fin dispuso Dusko Ivanovic de su plantilla al completo no supo gestionar a todos sus peones y terminó sucumbiendo ante la lección táctica que le enseñó Sergio Scariolo en un partido de mucha pelea física.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN