España emprende en Logroño la conquista de su quinta corona

Apoyado en un cuarteto nuevo, con David Ferrer como único superviviente de la final de Barcelona, la que supuso la conquista para España de la cuarta Ensaladera, el equipo que dirige Albert Costa inicia este fin de semana, en Logroño y ante Suiza, la conquista de su tercera Copa Davis consecutiva.

  • (De i. a d.) David Ferrer, Nicolás Almagro, Marcel Granollers y Tommy Robledo forman el equipo de la Davis. -
Apoyado en un cuarteto nuevo, con David Ferrer como único superviviente de la final de Barcelona, la que supuso la conquista para España de la cuarta Ensaladera, el equipo que dirige Albert Costa inicia este fin de semana, en Logroño y ante Suiza, la conquista de su tercera Copa Davis consecutiva.

El conjunto español es víctima también de la fuga de talentos que se dan de baja para la primera ronda del torneo. Las principales raquetas del circuito, como el suizo Roger Federer, el británico Andy Murray o el argentino Juan Martín del Potro, han excusado su presencia para los compromisos de sus respectivos países.

Albert Costa se ha encontrado sin Rafael Nadal y sin Fernando Verdasco, de entrada. En plena recuperación de sus respectivas dolencias físicas. A última hora se unió Juan Carlos Ferrero, citado por el capitán, y que se cayó tras disputar la final del torneo de Acapulco, lesionado en una rodilla.

El capitán español cuenta con la experiencia de David Ferrer, con catorce intervenciones en duelos individuales, y Tommy Robredo, con doce más seis en dobles, para hacer frente al choque contra Suiza, junto con Nicolás Almagro, llamado para cubrir la ausencia de Ferrero, que sólo ha acudido una vez con el combinado nacional, y Marcel Granollers, que hará su debut en la Copa Davis.

Suiza, por su parte, está siempre condicionada por las ausencias de Roger Federer. El número uno del mundo otorga a este torneo una importancia relativa. No suele incluir las eliminatorias en su calendario. Y sólo acude al rescate del equipo en casos de necesidad. Cuando la continuidad del conjunto helvético en el Grupo Mundial está en el aire.

Una mayor presencia del de Basilea ampliaría las expectativas de Suiza. Pero sus opciones decaen notablemente sin él y suele estar condenada a la lucha por la permanencia.

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