Acento andaluz

El desembarco de Pedro Sánchez

Hay una ecuación no escrita en la política española, pero con numerosos precedentes históricos que constatan que sin victorias en Cataluña y Andalucía es...

  • Pedro Sánchez en Doñana. -

Hay una ecuación no escrita en la política española, pero con numerosos precedentes históricos que constatan que sin victorias en Cataluña y Andalucía es muy difícil gobernar España, más aún si hablamos del PSOE. Con un PSC fuerte en las últimas elecciones catalanas, pero con un PSOE andaluz extremadamente débil tras la mayoría absoluta del PP del presidente Moreno, por fin parecen haberse dado cuenta en La Moncloa y en Ferraz que tienen que volcar sus políticas y su presencia en el Sur si quieren recuperar las posibilidades de que los socialistas se mantengan en el poder.

Ha sido necesario una derrota estrepitosa en las recientes elecciones andaluzas para que el presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, haya fijado Andalucía como uno de sus territorios prioritarios para desplegar acciones de su ejecutivo y sus viajes institucionales y orgánicos. Esta última semana hemos asistido a varios hitos casi encadenados que, si no me equivoco y, sobre todo, si no se equivocan los socialistas, debería ser la tónica dominante en los próximos meses.

Primero con un consejo de ministros que descargó una lluvia de millones sobre Andalucía: 650 millones de una tacada para la cofinanciación de la tercera línea del metro de Sevilla y 354 millones para un plan de recuperación del Parque de Doñana, que al día siguiente presentó la vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera. 24 horas después, el jueves, el presidente del Gobierno respaldaba uno de los mayores proyectos de inversión que se recuerdan recientemente en Andalucía: el Valle Andaluz del Hidrógeno Verde que Cepsa proyecta en los parques energéticos de San Roque (Cádiz) y Palos de la Frontera (Huelva), con los que la compañía espera liderar la producción de este combustible en Europa.

Y el viernes terminaba la semana presentando en Jaén un centro tecnológico de seguridad de la Defensa, con 220 millones de inversión y 2.500 empleos previstos en los próximos 6 años. Comenzaba así a cerrarse la herida por la que sangraba esta provincia tras la decepción que supuso la designación de Córdoba como sede de la base logística de Ejército. Todo esto llega además después de que el PSOE federal eligiera Sevilla para tener, semanas atrás, el acto principal del 40 aniversario de la mayoría absoluta de Felipe González en 1982.

Ahora bien, hay dudas razonables de que este desembarco de Madrid llegue tarde, sobre todo vista la depresión del PSOE andaluz y, especialmente, el quehacer errático y egoísta de algunos dirigentes locales y provinciales que se han descubierto a sí mismos como estadistas independientes sobrevenidos que de manera grosera intentan alejarse de las estrategias y de las siglas del partido que les encumbró.

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