El segundo premio de la Lotería del Niño deja un millón en San Fernando

La noticia y el protagonismo de la jornada, al menos en el centro de San Fernando, estaba en la calle Real y en concreto frente a la Capitanía General, ahora sede de la Comandancia de Infantería de Marina pero sin perder su nombre originario que le corresponde por decreto del año 2002, donde se estaba celebrando en esos instantes la Pascua Militar.

La Fuerza que rendía honores a la conmemoración y las decenas de personas que mantienen la costumbre de congregarse cada mañana del día de Reyes frente a lo que en los mejores tiempos fue la sede la Zona Marítima del Estrecho, daban fe de lo que ocurría, mientras que el cornetín de órdenes sonaba de vez en cuando.

Casi a punto de terminar el acto, los periodistas que cubrían la ceremonia comenzaban a recibir mensajes en los teléfonos móviles que avisaban de que en San Fernando se había vendido parcialmente el segundo premio, una serie, un millón de euros, en la administración número 1, en pleno corazón de la ciudad.

En la antigua calle Calvo Sotelo 22, ahora Rosario como fue antes de Calvo Sotelo, a la altura del bar El Pescaíto, no había nada que hiciera pensar que había tocado un premio. La gente estaba tomando la copa y comentando que había tocado la lotería en la ciudad, pero fueron los periodistas los que dijeron de dónde había salido la suerte y los que llamaron al timbre del domicilio particular de la titular de la administración.

Una serie
El 11833, una serie entera, había sido vendido por Encarnación Martínez Blanes, que habría el despacho poco después y confirmaba que desde allí habían hecho felices a muchos isleños, no en vano los abonados prácticamente son todos de San Fernando y los que salieron directamente por ventanilla, también en su mayoría, fueron para clientes habituales. Si algo salió para fuera fue a través de personas que fueron de vacaciones, posiblemente también muchos isleños que viven fuera de San Fernando.

Entre felicitaciones a la lotera y a sus hijas, que participaban de la misma alegría, fueron llegando los primeros agraciados, Manuel Benítez y su mujer, María del Carmen Jones, esta última que estaba siguiendo el sorteo y se encontró con que tenía en la mano un décimo del segundo premio.

Allí se pudo ver por primera vez la ‘papeleta de sitio’ que abre las puertas a recibir 100.000 euros que siempre llegan bien. En el caso de María del Carmen Jones, decía que ellos estaban “desahogados” pero que un hijo lo tenía en el paro e iba a ayudarle y a la hija le arrimaría dinero para pagar el coche.

Los curiosos se unían a los agraciados que iban llegando o se iban yendo, después de pasar por el ceremonial del cava en plena calle, imitando a los deportistas del motor y salpicando a todo aquel que se ponía delante. Y es que la alegría es contagiosa y así se manifestaba en las felicitaciones. Lo de la envidia cochina suele ser cuando pasa el primer contagio.

Premios anteriores
Encarnación Martínez Blanes aclaraba que ya su tía, antecesora en el negocio, dio un segundo premio del mismo sorteo del Niño, y que incluso una vez dieron un primero. También había tocado la primitiva y en general, lo que ha sido la suerte en San Fernando, poca cosa, y eso que en las Islas Gaditanas nació la Lotería Moderna e incluso La Isla le dedicó una calle en la zona de La Ardila dentro de las conmemoraciones del 24 de Septiembre.

Y a pesar de que en San Fernando, en el Real Teatro de las Cortes donde tuvieron lugar las primeras sesiones de las Cortes que instauraron la Lotería, se celebró uno de los escasos sorteos fuera de Madrid. Y en aquella ocasión, otra vez, ni el reintegro.

Un sorteo de cuando España fue una isla
La actual Lotería Nacional de billetes nació en España durante la Guerra de la Independencia. Ciriaco Gonzalez Carvajal, ministro del Consejo y Cámara de Indias, pensó en “un medio de aumentar los ingresos del erario público sin quebranto de los contribuyentes”. Ante las Cortes Generales y Extraordinarias en Cádiz, presentó un proyecto de Lotería, cuyo precedente era la que existía en nueva España, actual Méjico, desde 1771 y cuyo establecimiento se debió a Carlos III.

La propuesta tuvo una acogida muy favorable y, en sesión de 23 de noviembre de 1811 de las Cortes de Cádiz, fue aprobada sin un sólo voto en contra. Esta Lotería, cuya instrucción se publicó el 25 de diciembre de 1811, fue denominada por el pueblo Lotería Moderna para diferenciarla de la Lotería de números o Lotería Primitiva instituida en 1763, por el Ministro de Hacienda de Carlos III, Marqués de Esquilache.

El 4 de marzo de 1812, quince días antes de que se proclamara la Constitución de Cádiz se celebra el sorteo de esta nueva modalidad de Lotería. Al principio estuvo circunscrita a Cádiz y San Fernando, más tarde saltó a Ceuta, y según iban retirándose los ejércitos napoleónicos se iba extendiendo su venta, primero al resto de Andalucía y después por toda España.
El último sorteo de la Lotería Moderna que se celebró en Cádiz tuvo lugar el día 27 de enero de 1814, cambiando su sede a Madrid que estrenó sorteo el día 28 de febrero de 1814. Muy pronto se marcó una decidida preferencia del público por la Lotería Moderna, frente a la Primitiva.

La historia, pues, debería señalar a estas dos ciudades que vieron nacer la Lotería como afortunadas de honor, aunque la realidad es que pocas veces han tenido el honor de ser afortunadas. Pero de vez en cuando...