Córdoba

Encuentran la segunda evidencia de un león de las cavernas en el sur de España

El resto óseo es un fragmento de húmero distal perteneciente al mayor depredador del Pleistoceno

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Un estudio liderado por la Universidad de Córdoba ha encontrado en los fondos del Museo Arqueológico de Granada un resto óseo que pertenece a un león de las cavernas, en lo que es la segunda evidencia de esta especie encontrada en el sur de España.

La pieza, según ha informado este miércoles la Universidad de Córdoba, había sido encontrada en la cueva granadina de la Carigüela en 1954 y durante 70 años ha pasado inadvertida porque nadie, hasta ahora, la había revisado con detenimiento.

El resto óseo es un fragmento de húmero distal perteneciente al mayor depredador del Pleistoceno, "una mole que podía alcanzar los 400 kilos y que campó a sus anchas por buena parte de Eurasia hasta que el gran Evento de Extinción del Cuaternario borró de la faz de la Tierra a dos tercios de los grandes mamíferos del planeta".

La comparación morfométrica del fósil con otro hallado hace años en Francia de características similares ha podido certificar que se trata de una pieza perteneciente a un león cavernario adulto, lo que supone la segunda referencia comprobada de este animal por debajo del paralelo 38, una línea que en España atraviesa la Región de Murcia, Andalucía, Castilla-La Mancha y Extremadura.

El único ejemplar visto hasta la fecha bajo estas latitudes se descubrió en Solana del Zamborino (Granada) en 1988. Desde esta época no se había vuelto a registrar ninguna evidencia de un león de las cavernas en Andalucía.

Además, mientras que la pieza descubierta en la década de los ochenta data de hace 300.000 años, la encontrada ahora, según las dataciones realizadas por uranio-torio, tiene una antigüedad de 145.000, lo que supone la referencia más reciente de este gran mamífero en el sur de España.

Debido a su adaptación a las bajas temperaturas, la presencia de esta especie de león fue mucho más abundante en el norte de la Península Ibérica, en donde las glaciaciones del Pleistoceno golpearon con más contundencia. De hecho, la mayor parte de registros fósiles de este animal provienen de la cornisa cantábrica.

El responsable del grupo 'Investigación en Recursos Patrimoniales' de la Universidad de Córdoba, José Antonio Riquelme, ha explicado que la presencia en el sur peninsular de las cordilleras Béticas y, especialmente Sierra Nevada, provocó que en épocas de frío intenso estas especies encontraran su hábitat adecuado y ampliaran geográficamente su espacio.

El trabajo de investigación, que ha sido publicado en la revista científica Journal of Archaeological Science: Reports, ha sido liderado por la Universidad de Córdoba y ha contado con la colaboración del Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra, (CSIC-UGR) la Sociedad de Ciencias Aranzadi (Geo-Q), el Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH) y la Universidad de Sevilla.

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