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Matrícula de deshonor

Seguridad en El Torrejón

Me preocupa que en zonas de esta ciudad se esté matando a gente con pistolas o ametralladoras por enfrentamientos familiares

Publicado: 17/09/2024 ·
12:37
· Actualizado: 17/09/2024 · 12:37
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  • El Torrejón. -
Autor

Federico Pérez

Federico Pérez vuelca su vida en luchar contra la drogadicción en la asociación Arrabales, editar libros a través de Pábilo y mil cosas

Matrícula de deshonor

Un cajón de sastre en el que hay cabida para todo, reflexiones sobre la sociedad, sobre los problemas de Huelva, sobre el carnaval...

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En Huelva llevamos días preocupados por una serie de tiroteos que se han localizado en la barriada Diego Sayago, El Torrejón. En el primero de ellos, inicio de esta nueva ola de atentados que tiene en vilo a la ciudad, falleció una persona y otra fue herida a causa de armas de fuego, algo que ha conmocionado al barrio y ha puesto en alerta a la ciudadanía. Hace varias noches se vuelven a oír disparos con armas de repetición y da la sensación de que esta situación seguirá latente durante un tiempo, hasta que dichos ‘tiradores’ logren sus objetivos.

Particularmente, me preocupa que en zonas de esta ciudad se esté matando a gente con pistolas o ametralladoras por enfrentamientos familiares que pueden acabar con la vida de cualquier ciudadano, incluidos ellos. Pero me preocupa más que este tipo de armas esté en manos de personas con esos objetivos, con una libertad que es alarmante. No es la primera vez que este barrio sufre este tipo de circunstancias, donde la permisividad en estos menesteres gobierna las calles, creando un miedo comprensible y sellando de nuevo un barrio, en el que muchos de los vecinos huyen de este tipo de problemáticas.

Cuando se habla de libertad con las armas de fuego, espero que se acuerden de estos momentos de tensión, en los que los onubenses se alejan de este barrio, evitando acercarse a cualquiera de sus calles por miedo a encontrarse en medio de un ajuste de cuenta familiar. El poder que tienen las armas ya lo conocemos todos, y el miedo que ocasiona sólo es una parte de este tipo de batallas campales, consecuencia de una falta de exigencia que debería ser constante en zonas concretas de esta ciudad.

Este peligro no sólo acecha a quienes velan por nuestra seguridad, que judicialmente se encuentran indefensos ante la falta de exigencia por un sistema excesivamente blando en el que ponen en riesgos sus vidas, también cualquiera que tenga la mala fortuna de toparse con este tipo de situaciones, donde una bala “no conoce barón”. La vida del chico que falleció la semana pasada ya no se podrá recuperar, espero que se tomen las medidas pertinentes, no sólo estos días, todo el año.

 

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