El 8 de julio, la familia partirá hacia tierras estadounidenses, para otro examen médico
Marcos Carribero Moreno, el joven jerezano de 8 años que fue intervenido quirúrgicamente de su cardiopatía congénita grave a principios de diciembre del año pasado en el Children’s Hospital de Boston, regresará a la ciudad estadounidense en el mes de julio. El día 8, concretamente, la familia Carribero Moreno cogerá el avión para Boston. El día 11, Marcos ingresará en la referida clínica para ser valorado por el cardiólogo.
Al día siguiente, Marcos tendrá que ser sometido a una resonancia magnética con contrastes. Para ello, se le tendrá que sedar entero. Con los resultados extraídos, el neurocirujano ofrecerá su valoración sobre si cree conveniente o no que el joven jerezano sea operado de la válvula que tiene en la cabeza.
La familia todavía desconoce cuál será el montante de esta nueva revisión médica. Hay que recordar que una gran parte de Jerez se volcó con la causa de Marcos. La solidaridad de los jerezanos, y de muchos ciudadanos de otras localidades españolas, hizo posible el primer viaje a Boston para la primera operación y permitirá nuevamente el traslado hacia los Estados Unidos.
Los gastos en el Children´s Hospital son muy elevados por el prestigio de una clínica que sí garantizaba en un alto porcentaje la vida de Marcos, cosa que no sucedía con los hospitales españoles consultados por la familia.
A la espera de su viaje a Boston, Marcos sigue haciendo vida normal, aunque ha vuelto a tener un nuevo contratiempo médico ya que tiene un pequeño problema en la cadera. Por cierto, que la familia está esperando desde el día 18 del pasado mes a que le realicen una radiografía para saber exactamente el origen de este problema. Los padres de Marcos, que han tenido que pasar por más de 20 operaciones de su hijo, están algo preocupados por esta nueva dolencia.
Por lo demás, el pequeño está teniendo avances importantes desde que fue operado. Ahora hace una vida con una mayor calidad, está mucho más activo al no cansarse tanto como antes, y también está progresando de forma considerable en otras limitaciones que tenía antes de la intervención. Ha cogido un kilo de peso y se encuentra más animado. “Ahora lo que esperamos es que todo salga bien en esta nueva vista médica”, indicaba a este medio Juan Carribero, el padre de Marcos.