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El ?Grand Voyager?, en casa

El buque parte con rumbo a puertos como Casablanca, Agadir, Funchal, Lisboa, Vigo, para desembarcar de nuevo en Cádiz

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El buque Grand Voyager recaló en el Puerto de Cádiz, que desde ayer es una de sus bases, en virtud del acuerdo del pasado 31 de mayo de 2010 de tomar al gaditano como uno de sus puertos base de embarque y desembarque de pasajeros. El crucero trajo consigo el buen ambiente de quienes disfrutan un viaje de placer como el que les ofrece el barco de la compañía Iberocruceros.
En lo que fue su primera salida desde Cádiz, el Grand Voyager realizará un recorrido por el Atlántico, tocando puntos como Casablanca, Agadir, Funchal (Madeira), Lisboa, Vigo, para desembarcar de nuevo en el puerto gaditano.
Como novedad, el nuevo itinerario del Grand Voyager permitirá a los cruceristas disfrutar de Cádiz un par de horas más que durante 2010, ya que se ha modificado el horario de permanencia del buque en el puerto gaditano y en este año estará atracado de 14.00 a 21.00 horas. Este cambio permitirá a los viajeros aprovechar más su estancia en la ciudad, con un horario en el que estará “prácticamente todo abierto”.
Durante el resto del verano, el buque de la misma compañía, Maravillas del Atlántico II saldrá desde Cádiz los días 20 y 27 de junio; 4, 11, 18 y 25 de julio; 1, 8, 15 y 22 de agosto.
La naviera propietaria del Gran Voyager destacó la situación “estratégica” del puerto de Cádiz y confía en que el número de pasajeros que embarcarán en Cádiz sean más de 4.500 en sus 11 salidas, contribuyendo de esta forma al dinamismo comercial de la ciudad.
El Grand Voyager es un gran barco con todas las comodidades y adelantos tecnológicos para aquellos que disfrutan no sólo de las ciudades de escala sino del propio placer de la travesía. Tiene una capacidad para 927 pasajeros, seis cubiertas, piscinas, jacuzzis, más de 350 camarotes y todo lo necesario para que viajar a bordo sea un placer, el mismo que esperan los gaditanos y sobre todo, los comerciantes y hosteleros de la ciudad que encuentren los cruceristas en su escala en la Tacita.

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