Sarkozy afronta hasta diez años de cárcel en el juicio que arranca por fondos libios

Nicolas Sarkozy afronta desde este lunes su tercer juicio tras dejar el poder, en este caso por la presunta financiación libia de la campaña electoral de 2007 que le llevó a la presidencia de Francia, y por el que podría ser condenado hasta a 10 años de cárcel.

El proceso, que comienza a las 13.30 hora local (12.30 GMT) en el Palacio de Justicia de la Puerta de Clichy, se extenderá hasta el 10 de abril y tiene un total de 13 acusados, entre ellos tres antiguos ministros y hombres de la máxima confianza de Sarkozy, que fue presidente entre 2007 y 2012.

El inicio del juicio llega después de un trabajo de casi diez años de los jueces de instrucción, abarca 70 tomos de documentación resumidos en un sumario de 557 páginas.

La investigación arrojó "un haz de indicios" de un "pacto de corrupción", entre Sarkozy y sus colaboradores con el régimen libio de Muamar Gadafi, resumió el director de la Fiscalía Nacional Financiera (PNF), Jean François Bohnert, en una entrevista al canal BFM.

Bohnert recordó que "los flujos están documentados" por un mínimo de seis millones de euros, sobre todo a través del intermediario franco-libanés Ziad Takieddine, y que la campaña de Sarkozy realizó pagos en metálico sin facturas.

El fiscal manifestó su "convicción" de que el expresidente es culpable, pero recalcó que esa idea "debe ser compartida por los que deciden, que son los jueces".

Las organizaciones de lucha contra la corrupción Transparencia Internacional, Sherpa y Anticor se han unido para ejercer la acusación particular.

"Esta coalición inédita se explica por la amplitud inédita de los hechos, que revelan la interpenetración de las prácticas corruptas entre política, diplomacia e intereses económicos", señaló hoy en un comunicado Transparencia Internacional.

“Es la primera vez en Francia que altos responsables políticos se encuentran en el banquillo de los acusados en un proceso político-financiero de tal envergadura", resumió Sara Brimbeuf, responsable de grandes casos de corrupción y de flujos financieros ilícitos en TI Francia.

Sarkozy afronta este nuevo proceso menos de un mes después de haber sido condenado por el Tribunal Supremo a una pena firme de un año de cárcel en un caso por corrupción y tráfico de influencias, condena que podrá cumplir en arresto domiciliario con un brazalete electrónico.

Primer expresidente en ser condenado a una pena firme, Sarkozy no lleva aún el dispositivo, aunque es posible que lo porte para cuando concluya el juicio que hoy comienza.

Además, Sarkozy ha sido condenado en primera instancia por la financiación irregular de su fallida campaña electoral presidencial de 2012, a una pena de un año de cárcel, la mitad exenta de cumplimiento y la otra mitad en arresto domiciliario.

El juicio en apelación ya ha tenido lugar y se prevé una decisión durante este año.

Además, Sarkozy está procesado en un otro caso aparte por presuntas presiones a Ziad Takieddine -uno de los presuntos intermediarios del dinero libio y que huyó de la Justicia a Líbano- para que se desdijera de sus acusaciones, una causa cuyo juicio todavía no tiene fecha.

Finalmente, el expresidente está siendo investigado por otros asuntos, entre ellos un posible "pacto de corrupción" para atribuir a Catar el Mundial de fútbol de 2022 o la verdadera naturaleza de un contrato de asesoramiento para un grupo ruso de seguros, que le pagó medio millón de euros en 2020.

Sarkozy insiste en declararse inocente de todas las acusaciones en su contra y afirma ser una víctima del ensañamiento de los jueces en represalia por sus políticas cuando era presidente.