El hecho de pertenecer a una de las grandes estrellas de la Fórmula 1 no evita que los potentes coches deportivos eviten los accidentes. Este fin de semana ha sido noticia el accidente sufrido en Mónaco por el Ferrari F40 de Lando Norris.
En este suceso, cuyo vídeo ha sido difundido en redes sociales, parece que el conductor del vehículo no es el piloto británico, pero sí que se trata de su vehículo, por lo que se entiende que se trata de alguien de su entorno.
Además, sería difícil explicar que un conductor de la talla del piloto de McLaren, de 25 años, sufriese un percance como el que muestra el vídeo. El vehículo circula a una velocidad normal por la carretera cuando, de repente, hace un giro brusco e invade momentáneamente el carril contrario, seguido de un nuevo volantazo hacia el otro lado para salirse de la vía y colisionar con el quitamiedos.
Por fortuna, no colisionó con ningún otro vehículo ni se han producido daños personales aparentes, ya que después de la colisión y sin bajar del vehículo, el conductor gira, en una zona en la que no puede hacerlo, eso sí, para tomar el sentido contrario al que llevaba y estacionar en el arcén.
