Una nueva tendencia –poco recomendable, en este caso-, se está produciendo en salas de cine de Estados Unidos y del Reino Unido donde proyectan ‘Una película de Minecraft’, basada en el célebre videojuego y estrenada el 4 de abril en España.
Se produce durante una escena en particular, en la cual el personaje al que da vida Jason Momoa combate contra Chicken Jockey, un personaje que es un bebé zombi montado en un pollo. En ese momento se produce una reacción eufórica por parte de los espectadores, que lanzan diversos objetos por la sala. Además, se han hecho virales vídeos en los que se puede ver a gente que ha llevado gallinas reales y han logrado introducirlas en la sala.
De hecho, hay cines en el Reino Unido y en Estados Unidos que han tomado medidas estrictas para intentar evitarlo, incluso con intervenciones policiales para expulsar a aquellos que no se comporten de forma adecuada. De momento, en España no se han registrado incidentes como estos.
Este tipo de comportamiento se corresponde con un fenómeno denominado ‘brain rot’, que se da especialmente entre los pertenecientes a las generaciones Z y Alfa, en el cual consumen contenidos de manera absurda y repetitiva, priorizando la experiencia social y viral sobre la calidad narrativa.
Esta película ha sido adoptada como un evento colectivo y propicia para los memes, provocando que en las salas de cine donde se exhiben se conviertan en lugares de interacción. Hay precedentes no muy lejanos en el tiempo con otras películas, como ‘Minions: El origen de Gru’ y ‘The Eras Tour’ de Taylor Swift.
Gracias, en parte, a este fenómeno, la película inspirada en Minecaft se ha convertido ya en la adaptación cinematográfica de un videojuego más taquillera de la historia, con más de 330 millones de dólares en menos de una semana y Warner Bros ya ha anunciado una secuela.
