Publicidad Ai
Publicidad Ai

El Dedo

Así no

Nadie puede negar que el Mercado Medieval, que el pasado fin de semana se instaló en nuestra ciudad y que fue anunciado a bombo y platillo por nuestras autoridades, es un acontecimiento que nos ‘traslada’ durante dos o tres días a la Edad Media.

Publicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad Ai

Nadie puede negar que el Mercado Medieval, que el pasado fin de semana se instaló en nuestra ciudad y que fue anunciado a bombo y platillo por nuestras autoridades, es un acontecimiento que nos ‘traslada’ durante dos o tres días a la Edad Media.

Y es verdad que se trata de una gran idea para dinamizar el casco histórico y para atraer público a las calles más céntricas de nuestra ciudad. Ya son varios los años que recibimos está mezcla de comercio, ocio, diversión, comida y espectáculo en nuestras plazas y calles más señeras.

Todo gira en torno al centro de la ciudad y así debe seguir siendo. Hasta ahí, todo nos parece muy bien, pero habría que insistir en la necesidad de una revisión sobre todo por el estado que presentan algunos de los tenderetes que se plantan a un lado y otro de las aceras.

Lo que sí hay que tener muy claro que de esa manera no se puede instalar un mercadillo. Estuve paseando por las calles más céntricas de nuestro querido pueblo y os puedo asegurar que me vi incrustado, al igual que otras muchas personas, en un gran zoco lleno de mugre formado por tiendas de lona que no habían visto más agua que la de lluvia.

De la vestimenta de la tropa… qué puedo decir, mejor hubiera sido que la metieran en remojo en el Guadalete qué tan cerca lo tenían. No llego a comprender como no hay un poco de más exigencia administrativa: personal con el torso desnudo junto a puestos de comida, exposición de los alimentos al aire libre sin ninguna protección, chacinas en lebrillos dándoles el sol, golosinas expuestas al polvo del ambiente…

Quiero terminar preguntando quién controlaba la Sanidad, porque las casetas de la Feria de Primavera sí que las han controlado. Así no traemos turismo, y mucho menos de calidad.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN