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Costa Occidental

Unas 300 personas celebran el Día de la Mujer Rural en la empresa Agromartin de Lepe

El empresario local José Antonio Martín agradeció a las trabajadoras su labor en la empresa ya que “su trabajo diario, dedicación y profesionalidad son imprescindibles para lograr el éxito empresarial”

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  • Celebración en Agromartin -

Con una rosa roja han sido obsequiadas este miércoles, 15 de octubre, las casi 300 mujeres que trabajan actualmente en la empresa agrícola de Lepe Agromartín, que dirige el empresario local José Antonio Martín, con motivo de la celebración del Día Internacional de las Mujeres Rurales.

Al acto, que tuvo lugar en la propia explotación agrícola del conocido empresario lepero, también asistieron representantes municipales de los distintos ayuntamientos de la comarca de la Costa Occidental, entre ellos Lepe, Cartaya, Isla Cristina o Ayamonte, cuyos municipios aportan a esta empresa buena parte de los numerosos trabajadores a los que da empleo cada año, que superan ampliamente el millar en plena campaña de la recolección de la fresa.

El propio José Antonio Martín se dirigió a sus trabajadoras en el transcurso del acto, a las cuales agradeció su labor en la empresa, ya que “su trabajo diario, dedicación y profesionalidad -señaló- son imprescindibles para lograr el éxito empresarial”.

El acto se cerró con una merienda de convivencia entre trabajadoras, empresario y representantes municipales.   

DÍA INTERNACIONAL DE LAS MUJERES RURALES

La Asamblea General de las Naciones Unidas decidió el 18 de diciembre de 2007 declarar oficialmente el 15 de octubre de cada año como Día Internacional de las Mujeres Rurales.

El primer Día Internacional de las Mujeres Rurales, se celebró de esta forma el 15 de octubre de 2008.

Las mujeres rurales son agentes clave para conseguir los cambios económicos, ambientales y sociales necesarios para el desarrollo sostenible pero su acceso limitado al crédito, la asistencia sanitaria y la educación se encuentra entre los muchos retos a los que se enfrentan. Estos se ven agravados además por las crisis mundiales -económica y alimentaria- y el cambio climático. Empoderar a este colectivo no sólo es fundamental para el bienestar de las personas, familias y comunidades rurales, sino también para la productividad económica general, dada la amplia presencia de mujeres en la mano de obra agrícola mundial.

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