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El arte de la alfarería resurge con fuerza en el municipio

Muchos no sabrán dónde está la calle San Crescendo (en el barrio del Castillo), pero allí se encuentra la Alfarería Municipal, situada en un enclave privilegiado. ?El sitio es una maravilla. Es un lugar muy tranquilo, relajado.

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  • Amalia tiene un estilo muy personal que combina elementos clásicos y modernos de la cerámica. -
Muchos no sabrán dónde está la calle San Crescendo (en el barrio del Castillo), pero allí se encuentra la Alfarería Municipal, situada en un enclave privilegiado. “El sitio es una maravilla. Es un lugar muy tranquilo, relajado. 

Además, las vistas y el clima que hay me encantan”, cuenta Amalia García del Moral, alfarera municipal del Ayuntamiento de Almuñécar desde hace pocos meses, aunque el suficiente tiempo para marcarse el claro objetivo de devolver su brillo original a la Alfarería Municipal. Amalia explica que tiene “un compromiso con el Ayuntamiento para tener abierto el centro de 10 a 13.00 de la mañana, para que los grupos que vengan conozcan las cosas del taller, la muralla nazarí o el horno árabe. Me gustaría dar a conocer el arte de la cerámica, y digo arte porque para mi no es una artesanía”. En este sentido a Amalia le gustaría desarrollar varios talleres dirigidos a dar a conocer la cerámica, algo que sería “muy positivo para que la gente lo conozca realmente y éste taller está en un entorno maravilloso para lograrlo”. Otra de sus ideas consiste en “recuperar las piezas que se han hallado en Almuñécar, hacer una réplica de sus piezas arqueológicas, aunque se modifique la técnica, pero conservando su forma original”. Un conjunto de ideas que ayudarán a relanzar el Centro de Interpretación Arqueológica, que había perdido bastante popularidad entre los almuñequeros. 

En cuanto a las técnicas utilizadas, Amalia se decanta por los materiales naturales, ya que “los esmaltes cerámicos se pueden comprar con los colores elaborados, pero yo utilizo las materias prima”, aclara. Además, explica que utiliza “materiales para esmaltes de alta temperatura, que consigue que se fije y cristalice en las piezas. Y también lo tengo de baja y media temperatura para piezas de arcilla roja o blanca”. Pero si con algo disfruta la alfarera es con el torno, una de sus técnicas favoritas y donde confiesa que pasa largas horas.

Una alfarera muy formada
Amalia García del Moral llegó a nuestro municipio de la mano de Miguel Ávila, exconcejal de Relaciones Institucionales del Ayuntamiento de Almuñécar. “Tuve la tuve la gran suerte de conocerle y me dio la posibilidad de reanudar el taller de cerámica en la Alfarería Municipal”, recuerda. Pero éste es el último paso de un largo camino que comenzó allá por el año 1983, cuando Amalia finalizó sus estudios en la Escuela de Artes y Oficios de Granada. “Desde el 1987 y hasta 1996 estuve en un taller en Granada con varios ceramistas y formamos el colectivo Alcaller, y por eso mi taller de Almuñécar se llama así, que significa Alfarero, un término que fue utilizado por Cervantes”, explica. Pero su formación no termina aquí, y Amalia también ha tenido tiempo de desarrollar una importante labor docente en varias instituciones. “Estuve trabajando con niños discapacitados en un taller de cerámica, algo que me reportó muchas satisfacciones personales y profesionales”, una experiencia que repitió como profesora de serigrafía en la asociación de Síndrome de Down en Granada. 

Ante semejante trayectoria la pregunta de cuándo realizará una exposición se hace inevitable. “Tengo pensamientos de hacer alguna muestra y que se conozca mi obra”, pero mientras tanto a Amalia no le faltará trabajo, puesto que se encuentra inmersa en restaurar algunos murales defectuosos en algunas plazas, y en el diseño del regalo institucional del Consistorio para actos protocolarios.

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