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EL Jerez salesiano

Entre esta tarde y mañana distintos barrios de Jerez se llenarán de colores rosas y celeste, serán los alumnos de los colegios salesianos de la ciudad que se pondrán en la calle para acompañar, en procesión, a su patrona la Virgen Auxiliadora...

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Entre esta tarde y mañana distintos barrios de Jerez se llenarán de colores rosas y celeste, serán los alumnos de los colegios salesianos de la ciudad que se pondrán en la calle para acompañar, en procesión, a su patrona la Virgen Auxiliadora.

Los hijos e hijas de San Juan Bosco tienen varias casas en Jerez: Oratorio Festivo del Padre Torres Silva, Escuela de Maestría Industrial Manuel Lora Tamayo, Colegio de María Auxiliadora de Montealto y el Colegio de San Juan Bosco de la calle Cabezas. El Oratorio Festivo debe su fundación al Padre Torres Silva que llevado siempre de su espíritu salesiano, aunque era miembro del clero secular, crea en la zona de Mundo Nuevo un colegio bajo el nombre de Domingo Savio, cuya primera piedra fue colocada el 31 de enero de 1939, siendo inaugurado el 24 de octubre de 1946, gracias a importantes ayudas como las de don Álvaro Domecq y Díez. El padre Torres Silva, natural de Bollullos de la Mitación, fue, por su incansable y simpática promoción del espíritu salesiano a favor de la educación los niños jerezanos, nombrado Hijo Adoptivo de la ciudad y sus restos descansan en la capilla del colegio por él fundado. La Escuela de maestría industrial Manuel Lora Tamayo se inaugura en 1970 como continuadora de la labor que llevaron a cabo los salesianos, impartiendo clases de formación profesional, en el antiguo Hospicio de la Inmaculada, hoy convento de Capuchinos, fue construido a expensas de la congregación salesiana gracias a la colaboración del Estado español y de los bienhechores de Jerez. El colegio de María Auxiliadora de Montealto tiene su origen en 1897 cuando se funda un Oratorio Festivo en la casa número 16 de la calle Pedro Alonso, propiedad de doña Concepción González y Villar, que la cedió gratuitamente a las Hijas de San Juan Bosco; posteriormente se fueron adquiriendo otras viviendas colindantes y allí se levantó el colegio María Auxiliadora que permaneció impartiendo clases y preparando a niños para la Primera Comunión hasta 1973 que se traslada al moderno edificio actual del Polígono de San Benito. Por último el Colegio de San Juan Bosco de la calle cabezas nace en 1912, con salesianas provenientes de Pedro Alonso, y con un fin social de atender en internado a niños pobres, se consigue esta nueva casa salesiana gracias a las aportaciones y limosnas del pueblo jerezano, entre los que es justo destacar a los marqueses de Domecq. Andando el tiempo con la adquisición de edificios anexos se consiguió levantar en 1969 el amplio edificio donde se sigue impartiendo, en pleno casco antiguo de la ciudad, las enseñanzas de Don Bosco.

Sirvan estas líneas, en las vísperas de un nuevo 24 de mayo, festividad de María Auxiliadora, como humilde homenaje y reconocimiento a todo el Jerez salesiano que este fin de semana está de fiesta, para que los hijos e hijas de San Juan Bosco continúen la meritoria labor de sus mayores y sigan dando testimonio de las enseñanzas de su fundador, el santo de Turín que, adoptando el modelo de vida religiosa de San Francisco de Sales y junto a Santa María Mazzarello, supo crear todo un carisma de vida en pro de la formación cristiana y ciudadana de la niñez y de la juventud, principalmente entre la clase obrera. Jerez ha honrado a la congregación con el homenaje de la nomenclatura de sus calles y avenidas pero aún queda ese gran monumento a San Juan Bosco como reconocimiento a la monumentalidad de su obra y a la labor centenaria de los salesianos por Jerez. Málaga ha sido la última ciudad en levantar su monumento a Don Bosco, concretamente el pasado jueves 14 de mayo, el Jerez salesiano no puede quedar atrás. 

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