Unicaja Banco se unirá finalmente, a lo largo de este año, al escaso ramillete de empresas andaluzas que cotizan en la Bolsa española. La junta general de accionistas del banco malagueño ha aprobado sacar a la venta en el parqué 625 millones de acciones a un precio mínimo de 1 euro. A este importe habrá que sumarle lo que se conoce como prima de emisión -sobreprecio que pagan los compradores que adquieren esas acciones en primer lugar- y que está aún por definir en función de la demanda que las acciones de Unicaja genere en el mercado.
El objetivo clave de esta operación, a la que además obliga la Comisión Europea, es que Unicaja pueda repagar antes de tiempo -tiene de plazo hasta 2018- los 603 millones en ayudas públicas que recibió su filial EspañaDuero (Banco Ceiss). A la vez, se permitirá que miles de pequeños accionistas del banco (unos 15.000), surgidos de la conversión de deuda por acciones en esa misma filial castellanoleonesa, puedan vender esos títulos y recuperar su inversión.
La entidad está controlada ahora en un 86,7% por la Fundación Unicaja, heredera de la antigua caja de ahorros malagueña. El banco está presidido por Manuel Azuaga, y la Fundación por Braulio Medel, que dio el relevo a Azuaga en 2016 tras 25 años en ese puesto.
El banco, según un comunicado difundido, busca inversores institucionales (no particulares minoristas) para que adquieran esas acciones. El volumen de títulos a la venta podría aumentar en otros 62,5 millones si los bancos que colocarán las acciones entre los inversores también se quedan con la parte de la operación destinada a los mismos. La venta está siendo dirigida por Rotschild y con él trabajan Morgan Stanley, UBS, Citi, Credit Suisse y BBVA. Previsiblemente se producirá tras el verano, con los resultados del primer semestre del año ya publicados.
Ahorro y dividendo
Poder repagar los 603 millones en ayudas públicas con esa salida a Bolsa generará dos efectos muy positivos para la entidad. Primero, podrá ahorrarse los altos intereses que paga por esas ayudas, del 9,75% en 2016 y que le supusieron un coste de 59 millones el año pasado.
Segundo, Unicaja podrá repartir el dividendo que desee, ahora está limitado al 30% del beneficio. El banco se ha comprometido a repartir al menos el 40% de sus ganancias a sus accionistas una vez en el parqué.
Tras la operación, la Fundación Bancaria Unicaja reducirá su peso por debajo del 50%, como también exige la Comisión Europea.