?El Virgili me ha ayudado mucho, gracias a ellos puedo estar aquí?

Jesulito ha cambiado Cádiz por Pamplona y el amarillo por el verde. Acompañado de su novia y con sus cds favoritos de Carnaval en su equipaje ya se ha instalado en Navarra para afrontar su primera campaña en División de Honor. “Araka la Kana ya se oye en Navarra”, bromea el nuevo jugador gaditano, la última joya salida de la inagotable cantera del CD Virgili. “Ahora tengo que trabajar mucho para mantenerme”, comentaba el jugador cuando se desveló su fichaje. Ya ha sido presentado como jugador del MRA de Navarra, equipo que competirá con los mejores del fútbol sala nacional.

—¿Qué tal le han acogido en su llegada a Navarra?
—Muy bien, de categoría, la verdad es que no esperaba que la gente fuera tan agradable y atenta. El entrenador, Imanol Arregui, está muy pendiente de mí en todo momento y eso es algo que también se agradece.

—Ya ha protagonizado alguna entrevista en su nueva ciudad...
—Sí, y comenzaron preguntándome que si yo era el Mágico González del fútbol sala (risas)... esas son las cositas que les han dicho desde el Virgili. Yo respondí que no, que para tanto no soy (risas).

—¿Cómo surgió la posibilidad de fichar por el club pamplonica?
—Me llamó el entrenador directamente porque necesitaban un jugador de mi perfil. También había un interés por parte del Azkar Lugo, pero como ya me fallaron el verano pasado a última hora y el MRA me ofrecía más seguridad a la hora de firmar, me decidí con rapidez. El CD Virgili me ha ayudado todo lo que ha podido y ha puesto mucho de su parte para que se realice mi fichaje. Gracias a ellos estoy aquí.

—¿Cómo van los entrenamientos?
—Comenzaremos la temporada el 12 de septiembre ante el Barcelona y queremos llegar lo mejor posible. Ahora estamos teniendo doble sesión de entrenamiento, por la mañana es más físico y por la tarde táctico.

—Las instalaciones no tienen nada que ver con las de Cádiz...
—Nada de nada. El equipo posee un complejo deportivo que incluye un gimnasio enorme, una piscina y un circuito de césped para correr. Si en Cádiz, que es donde está la calidad, hubiera estas instalaciones, no habría cuatro gaditanos en División de Honor, sino veinte.

—¿Qué objetivos se marca a nivel individual?
—Lo principal es devolver al equipo la confianza que ha depositado en mí para que vea que no se ha equivocado conmigo.

—¿Y qué se espera del equipo esta temporada?
—En la liga hay tres grupos bien diferenciados si nos fijamos en la calidad de las plantillas. Tres equipos lucharán por el título, otros estarán a mitad de tabla y otros, como el MRA, lucharán por mantener la categoría. Queremos clasificarnos para la Copa del Rey y atar la permanencia lo antes posible para luego seguir mirando hacia arriba.

—¿Participará en el Memorial ‘Paco del Virgili’ este invierno?
—Claro, si me llaman iré a jugar seguro para disfrutar de nuevo con la afición gaditana, a la que seguro que echaré en falta.

—¿Qué le aportó su cesión al Clipeus Nazareno?
—Muchísimas cosas. En el plano personal, aprendí a vivir solo, a hacerme de comer... y en el nivel deportivo mejoré en bastantes aspectos del juego. Volví más hombre, más preparado para estar donde estoy ahora.

—¿Qué le diría a los chavales que están ahora en la cantera del Virgili?
—Que si siguen trabajando bien pueden llegar alto. Yo pensaba que era imposible, pero con trabajo, aquí estoy.

—El Perfil—

El ‘Pequeño Diablo’, un torbellino de calidad sobre las pistas de fútbol sala

Hace ya casi cuatro años que un servidor tuvo la oportunidad de entrevistar a Jesulito. Por entonces, el canterano del CD Virgili apuntaba alto, aunque su nombre no era conocido más allá de los círculos cercanos al mundillo del fútbol sala gaditano. “Espero debutar pronto con el primer equipo del Virgili”, comentaba un chaval de 15 años con la ilusión de defender los colores del club estandarte de Cádiz. Ahora, el equipo panadero se le ha quedado pequeño. Como tantos otros jugadores salidos del cantera gaditana, Jesulito ha emigrado en busca de nuevos retos. Su rapidez en el desborde, su valentía en el uno contra uno encarando a jugadores mucho más corpulentos, su visión de juego y su increíble calidad técnica son sus credenciales como futbolista. La cesión al Nazareno sevillano, donde jugó la pasada temporada, le hizo crecer como jugador y como persona, como él mismo reconoce. “Si conseguimos que se centre, será un jugador explosivo”, se comentaba en sus inicios. Y se ha conseguido, en gran parte gracias al trabajo de los técnicos del CD Virgili. Humilde, de momento sólo se plantea devolver la confianza que el MRA le ha otorgado. Pero quienes le conocemos sabemos que triunfará allá donde vaya. Y se lo merece.