El estornudo de la muerte

Llevamos todo el verano con lo de la gripe A, esa a la que todos los Anormales, parecen querer apuntarse.
En los últimos años estamos siendo víctimas voluntarias de una serie de enfermedades físicas colectivas que están llevando a la sociedad a un estado de nerviosismo algo insospechado.

Se está disparado una alarma social -entre otras- que está llevando al individuo a temer a la muerte, es decir, Señores y Señoras, la muerte es tan afín a nosotros, como nosotros los somos a la vida.

¿Dónde se encuentra la gravedad de este virus, que parece querer acabar con la Humanidad? Seguramente en la cuenta de una industria farmacéutica que, por casualidades del destino ha descubierto el antídoto.


Somos tan moldeables como el barro, y de esta guisa nos tienen los políticos, en sus manos y transformándonos como quieren. Por ello, estoy convencido de que la gripe A, es una simple treta, por parte de intereses ocultos para distraer la atención del ciudadano de temas verdaderamente importantes, es el circo de todos los noticieros a la hora de comer. Es medible, el incremento de violencia en los medios de comunicación, los cuales, sin un 80% de contenido violento, no serían más que un capítulo de Barrio Sésamo.

A día de hoy, el ciudadano se debate entre un episodio más del paro o, uno de violencia. Esos temas que a todos nos parecían tan lejanos y que nunca nos tocaría, y del que hoy apenas podemos desprendernos.

Siempre se ha dicho que la verdadera naturaleza del ser humano es agresiva, hoy, con unos milenios más de experiencia, nos atrevemos a decir, que además de agresiva, la naturaleza del hombre es desempleada.

Pero nada, ahí están los políticos observando como el rebaño del pueblo, se hunde más en la miseria mientras ellos aumentan en su opulencia. Regocijándose en la vistas disputan cual será el próximo “boom” a explotar para sus bolsillos y a costa de los que nos hundimos más en la mierda.

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