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Los Milagros comienza a ver la luz tras años de oscuridad

Los índices de conflictividad han descendido

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  • El local social de la asociación de vecinos estará terminado en febrero de 2010
  • La labor de la Policía de Proximidad está teniendo efectos positivos
Algo de luz parece vislumbrarse al final del túnel. El tesón de los vecinos ha logrado que la esperanza renazca en un barrio obrero que de la noche a la mañana se vio azotado por el flagelo de la droga y la delincuencia. Aún queda mucho camino por recorrer, pero los vecinos de la barriada de Los Milagros admiten que se han producido avances. “No siempre vamos a ser noticia por lo malo”, comenta la presidenta de la asociación vecinal, Mercedes García. 

La asociación es el principal motor que está consiguiendo nuclear a sus residentes entorno a un proyecto de revitalización integral que, entre otras cosas, trata de integrar a familias que viven en la marginación. La piedra angular de este proyecto es el local social, cuya finalización está prevista para el próximo febrero. Consciente de la importancia que estas instalaciones tendrán para el barrio, el alcalde, Enrique Moresco, visitó ayer las obras. Mientras, sólo pueden utilizar una vez a la semana un piso cedido por el colectivo Nexojoven. Esta limitación no será óbice para que en cuestión de días se pongan en marcha el curso de actividades, dirigidas básicamente a promover la convivencia y al desarrollo de los jóvenes. 

Parte de esta mejora responde a que “por primera vez los políticos han tomado cartas en el asunto”, algo que, según ellos, sólo ha sucedido “por la presión de sus protestas y por la labor de denuncia del defensor del Pueblo, José Chamizo”, a quien agradecen “su compromiso”. 

La venta de droga ha registrado un ligero descenso. Al menos, la actividad se desarrolla de forma menos explícita y provocando menos conflictos. Esto es producto de que el miedo ya ha empezado a desaparecer. “La gente ya no se calla y se queda en sus casas”, sentencia Mercedes. Aunque algunos vecinos confiesan que no denuncian directamente a la policía a los traficantes instalados allí para no enrarecer la convivencia, advierten que lucharán contra las consecuencias que generen: actos incívicos, personas tiradas en el suelo, peligro para los niños, etc. La delincuencia también está menos presente en el barrio. En ello tiene mucho que ver la implantación de la Policía de Proximidad en toda la Zona Norte, que pronto contará con más agentes. 

La barriada aguarda con ilusión otros retos como la rehabilitación de edificios por parte de la Junta de Andalucía y el programa de revitalización social que acaban de emprender el área de Fomento y la Concejalía de Bienestar Social.

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