Con el fin del estado de alarma y, por ende, de las restricciones de movilidad entre territorios, se han visto disparadas las reservas hoteleras para alojarse en Andalucía, especialmente vía 'on line'.
Desde la Dirección General de Consumo, de la Consejería de Salud y Familias, en base a estudios publicados acerca de la industria del turismo, se observa un crecimiento superior al de otras comunidades autónomas. Además, los establecimientos hoteleros registran un nuevo cambio de tendencia en las reservas turísticas a raíz del nuevo escenario sanitario, realizándose con una antelación de más de tres meses.
Internet ofrece diferentes posibilidades a la hora de realizar una reserva en un establecimiento hotelero, ya que se puede llevar a cabo a través de buscadores y comparadores, o en la propia página web del establecimiento.
Desde la Dirección General de Consumo se recuerda en un comunicado que cuando se formaliza un contrato con un alojamiento turístico, este se celebra de mutuo acuerdo entre la empresa explotadora del establecimiento hotelero y el consumidor, de manera presencial o telemática, y en el mismo se establecen una serie de condiciones en las que se presta el servicio, así como otros servicios complementarios, además del alojamiento.
La confirmación por parte del establecimiento hotelero, tras la reserva realizada, se considera el contrato del alojamiento turístico siempre que haya constancia física o electrónica de dicha contratación.
El usuario debe conocer, por tanto, las condiciones de la contratación antes de efectuarla, por lo que en dicha reserva debe aparecer: la fecha de la estancia; la cantidad y tipo de alojamiento turístico y el régimen alimenticio; la política de cancelaciones y sus condiciones; los servicios complementarios que se han contratado adicionalmente; el precio desglosado y el precio total.
La principal recomendación que se debe tener en cuenta antes de la contratación versa sobre la importancia de comparar los precios y condiciones que se ofrecen de un alojamiento turístico en los diferentes buscadores, comparadores y en la propia página web del mismo, ya que pueden ser muy diferentes en cada uno de ellos, además de prestar atención a los comentarios positivos y negativos que escriben los huéspedes opinando sobre su estadía.
Consumo destaca que debe comprobarse detenidamente que la ubicación del establecimiento coincide con las necesidades y deseos del usuario.
Para ello, se recomienda buscar la localización en el mapa y corroborar la mejor opción para llegar hasta él, teniendo en cuenta la accesibilidad, si dispone o no de parking, el transporte público del que se puede disponer y las distancias a los lugares turísticos de interés.
Como cualquier transacción que se realice a través de Internet, se deben tener en cuenta una serie de indicaciones adicionales, por ejemplo, emplear un servidor web seguro y navegar en aquellas páginas webs que ofrezcan la dirección completa del alojamiento turístico y los servicios pertinentes, con especial atención al momento de hacer el pago, el cual debe hacerse a través de una conexión estable.
Uno de los aspectos que más conflictos genera está relacionado con la política de cancelaciones y los cambios de reservas, así como los suplementos que se hayan podido añadir al precio, por lo que resulta esencial informarse sobre las condiciones antes de llevar a cabo la reserva y, ante la duda, se recomienda contactar directamente con el alojamiento turístico y conservar todas las comunicaciones que se hayan mantenido al hacer la reserva, ya sean recibos, SMS, correos electrónicos o promociones y descuentos publicados en las redes sociales o en soporte físico.
Una vez efectuada la reserva, sería suficiente con trasladar la confirmación en el correo electrónico, si bien como medida preventiva, se recomienda presentarla impresa en el alojamiento turístico.
En el supuesto de que el usuario sufra alguna incidencia con el alojamiento turístico o con la plataforma a través de la cual reservó los servicios del mismo, se recomienda, en caso de no obtener respuesta o de no recibir una solución satisfactoria por parte de la empresa reclamada, presentar una reclamación ante la Administración de Consumo.
CONSUMO RESPONDE
Ante cualquier duda o consulta en materia de consumo, la ciudadanía puede contactar con Consumo Responde, un servicio gratuito de información y asesoramiento a las personas consumidoras y usuarias, impulsado por la Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía.
Se trata de un servicio multicanal, al que se puede acceder de forma continuada a través del número de teléfono 900 21 50 80, de la página web www.consumoresponde.es, del correo electrónico consumoresponde@juntadeandalucia.es; y de los perfiles en las redes sociales Twitter y Facebook.
También se puede recibir asesoramiento en los Servicios Provinciales de Consumo de las delegaciones territoriales de Salud y Familias presentes en todas las capitales de provincia, así como en las Oficinas Municipales de Información al Consumidor (OMIC), y en las organizaciones de consumidores y usuarios.