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Arcos

El Barrio Bajo vive un día histórico con miles de personas 'disfrutando' de los toros

La novedosa fiesta taurina fue un éxito de convocatoria a la espera de la evolución de algunos incidentes

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Gran ambiente en las calles para 'disfrutar' de la suelta de toros.

Gran ambiente en las calles para 'disfrutar' de la suelta de toros.

Gran ambiente en las calles para 'disfrutar' de la suelta de toros.

El dispositivo de seguridad.

Las autoridades dando permiso para la suelta.

Miles de personas abarrotaron el Barrio Bajo de Arcos para asistir, y participar, en la novedosa fiesta taurina del sábado planteada por la Peña Taurina Toro del Aleluya y el Ayuntamiento de la ciudad. Desde primeras horas del día el barrio ya anticipó la fiesta con un gran ambiente en las calles y los consabidos cortes de circulación, así como con la llegada de varios autobuses que trasladaron para la ocasión a cientos de foráneos dispuestos a pasar una gran jornada en Arcos.

Tal avalancha fue objeto de un impresionante dispositivo de seguridad con la presencia en el recinto de policías locales, guardias civiles, sanitarios, personas del equipo de protección del toro y miembros de Protección Civil; un dispositivo prácticamente idéntico al montado el Domingo de Resurrección con el tradicional del Toro del Aleluya, incluyendo el hospital de campaña para atender a los heridos. Sin embargo, el gran ambiente no sólo se vivió en plena calle, sino además en las numerosas azoteas que a lo largo del recorrido fueron las mejores atalayas para presenciar el espectáculo, con familias enteras compartiendo refrigerios y viandas, y celebrando la afición taurina y la adrenalina a flor de piel. La otra imagen de la jornada fue la cantidad de barras instaladas a las puertas de los establecimientos, incluyendo algunos del extrarrecorrido que aprovecharon la avalancha humana para hacer negocio. En este sentido, la fiesta taurina ha tenido, sin duda, un importante impacto económico en un barrio que, en contadas ocasiones, recibe un evento de tal magnitud.

Los toros Gallardo y Opresor salieron del cajón a las 17.00 y 19.00 horas provocando en su arranque algunas cogidas cuyos efectos no han trascendido tras las primeras atenciones sanitarias a la espera de un balance en este sentido. Las reses embistieron contra las vallas de seguridad provocando más de un susto. La imagen de un barranco  de la calle Pérez Galdós repleto de público recordó a los días más multitudinarios como la famosa ‘Madrugá’ de Jesús Nazareno, aunque, claro está, con un sentido bien distinto.

Estas imágenes se vieron aderezadas por las vividas a mediodía con motivo del encierro infantil con carretones dirigido a los niños y niñas del barrio, tal y como se hace el mismo día del Toro del Aleluya en el casco antiguo. Numerosas familias asomaron a sus hijos a la fiesta taurina. En medio de este éxito total de convocatoria cabe destacar que la fiesta se prolongó hasta bien tarde con la multitud bailando al ritmo de los dj’s que ensoñaron una discoteca al aire libre.

Por ahora no ha trascendido ‘la factura’ de seguridad que este tipo de acontecimiento suele dejar. En las redes sociales se han mezclado los comentarios de felicitación a la organización de estos eventos y las críticas por el fomento de la Fiesta Nacional y el maltrato animal, en lo que viene siendo la tónica habitual tras este tipo de festejos que levanta toda clase de pasiones…

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