El arte se empapa de todos los factores externos. Siempre ha sido así. Y el arte callejero aún más. El coronavirus se ha dejado ya notar en ciudades desiertas y dejan estampas que nos harán recordar, cuando todo esto pase, la batalla que nos ha tocado luchar.
Numerosas calles se han llenado de grafitis que reflejan el impacto del COVID-19.Y los artistas callejeros vuelven a convertir los muros de diferentes ciudades en auténticas obras de arte.
Ciudades como Ámsterdam, Copenhague, Los Ángeles, Barcelona, Berlín, Bryne, Londres y Bombay se convierten en «museos» que reflejan la realidad que ha unido al mundo en una misma lucha.